El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha autorizado a Ucrania a atacar el interior de Rusia utilizando misiles de largo alcance proporcionados por Washington, reportó este domingo The New York Times. Se trata de la primera autorización de este tipo y marca un cambio significativo en la política de EE.UU. hacia el conflicto en Ucrania.
Según el informe, funcionarios estadounidenses que pidieron anonimato señalaron que se espera que los primeros objetivos sean tropas rusas y norcoreanas que supuestamente operan en la región de Kursk, en el oeste de Rusia. La autorización abarca el uso del Sistema de Misiles Tácticos del Ejército (ATACMS), conocido por su capacidad de atacar objetivos a grandes distancias.
Envío de un mensaje estratégico
El medio apunta que esta decisión no solo busca reforzar la posición defensiva de Ucrania, sino también enviar una señal a Corea del Norte para desalentar el envío de fuerzas adicionales a apoyar a Rusia. "No esperamos que esta medida altere fundamentalmente el curso de la guerra, pero sí busca advertir a los norcoreanos sobre la vulnerabilidad de sus fuerzas", afirmó una fuente citada por el periódico.
Preocupaciones sobre escalada
La autorización ha generado debates en círculos estadounidenses, con algunos funcionarios advirtiendo que el uso de estos misiles podría provocar represalias por parte del presidente ruso, Vladímir Putin, contra EE.UU. y sus aliados. Sin embargo, otros minimizan ese riesgo, considerándolo un temor exagerado.
Hasta el momento, Rusia no ha reconocido oficialmente la presencia de fuerzas norcoreanas en Kursk. A mediados de septiembre, Putin advirtió que cualquier ataque con armas de largo alcance en su territorio significaría que los países de la OTAN están en guerra con Rusia.
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, ha solicitado repetidamente a Washington apoyo y autorización para emplear armas occidentales en ataques de largo alcance dentro de Rusia. Con esta nueva medida, la dinámica del conflicto podría experimentar nuevas tensiones.