El Estado haitiano expresó este miércoles que la comunidad internacional “no ha comprendido” la urgencia que enfrenta el pueblo azotado por la violencia de las bandas armadas y reiteró el envío de una fuerza extranjera.
Leon Charles, embajador de Haití ante la Organización de Estados Americanos (OEA), expresó que el país caribeño atraviesa uno de los “momentos más difíciles de su historia”. Charles habló durante una sesión del Consejo Permanente de la OEA.
El representante permanente recordó el pedido a la comunidad internacional, de octubre pasado que hizo el primer ministro haitiano, Ariel Henry, de enviar una fuerza internacional que apoye a la Policía Nacional de Haití a combatir a las pandillas.
Haití atraviesa una crisis en todos los niveles sobre todo de violencia, el brote del cólera que ha matado a más de 500 personas y una crisis política tras quedarse a principios de año sin representantes electos al terminar el período de los restantes 10 senadores.
La semana pasada el país vivió momentos de tensión cuando los agentes policiales salieron a las calles, junto a la población, a protestar por la muerte en un día de siete compañeros de armas, un ejemplo de la escalada de violencia en el país caribeño.
Leon Charles aseguró que las situaciones que empujaron a Henry a realizar la solicitud no han cambiado. “Sin el apoyo de una fuerza internacional en el terreno para ayudar a la policía en sus operaciones y a las autoridades a sentar las bases para proteger al país a largo plazo, Haití no logrará la seguridad deseada”, expresó.
El pedido de la solicitud fue hecha al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, organismo que ha aplicado sanciones contra las élites políticas y empresariales haitianas acusadas de apoyar a la inestabilidad del país a través de las bandas y el narcotráfico.
Estados Unidos empuja una resolución dentro del Consejo de Seguridad para que apruebe el envío a Haití de una fuerza multinacional, de alcance limitado, ajena a la ONU, pero liderada por un Estado miembro. Sin embargo, ninguna nación se ha mostrado dispuesta a hacerlo.
La Policía Nacional de Haití (PNH), a pesar de los esfuerzos del propio gobierno, no cuenta con los recursos físicos ni de equipamientos para resolver el problema de seguridad, como han reconocido las autoridades del país.
Al 31 de diciembre, la Policía Nacional de Haití estaba compuesta por 14,861 agentes. Quitando las altas tasas de deserción, las suspensiones temporales en espera de investigaciones administrativas y otras ausencias, la dotación operativa se acerca a un poco más de los 13,500 efectivos, con unos 9,700 disponibles para desempeñarse como oficiales en servicio activo.