El Servicio de Seguridad del Estado de Georgia (SSEG) informó este domingo que logró impedir un intento de sabotaje y violencia organizada en la capital, Tbilisi, que incluía el uso de armas, municiones y explosivos presuntamente vinculados a Ucrania.
Según el comunicado oficial, las fuerzas de seguridad recibieron información operativa que alertaba sobre un plan para ejecutar actos violentos y la toma de la residencia presidencial el 4 de octubre. “Con dicho material bélico se iban a llevar a cabo actos de sabotaje en Tbilisi, en paralelo con intentos de violencia organizada en grupo y la toma de la residencia presidencial”, señaló la institución.
El organismo explicó que las armas y explosivos fueron adquiridos por un representante georgiano vinculado a una de las unidades militares que operan en Ucrania, con la intención de trasladarlos a la capital y distribuirlos entre manifestantes. No obstante, los planes fueron frustrados antes de su ejecución.
Los disturbios en Georgia estallaron el sábado tras los resultados de las elecciones locales, en las que el partido oficialista Sueño Georgiano se impuso en todos los municipios del país. Manifestantes opositores irrumpieron en el patio de la residencia presidencial de Mijaíl Kavelashvili, provocando enfrentamientos con las fuerzas del orden, que respondieron con cañones de agua y gases lacrimógenos.
Durante los enfrentamientos, más de 20 policías resultaron heridos, según informó el Ministerio de Salud de Georgia. Los manifestantes, por su parte, construyeron barricadas e incendiaron neumáticos, mientras exigían la anulación de los resultados electorales.
El primer ministro Irakli Kobajidze calificó los hechos como un intento de golpe de Estado inspirado en el “Maidán” ucraniano, en referencia a las protestas de 2014 en Kiev. “También fracasó este intento de derrocamiento. En los últimos cuatro años hemos visto ya el quinto intento de organizar un Maidán en nuestro país”, declaró el mandatario.
Las autoridades señalaron que las investigaciones continúan para determinar la procedencia exacta del armamento y las conexiones internacionales de los involucrados.

















