En un giro inesperado que podría redefinir las prioridades militares de Estados Unidos, el Pentágono suspendió temporalmente el envío de armas a Ucrania tras recibir un memorándum secreto de advertencia firmado por Elbridge Colby, subsecretario de Defensa para Política. El documento, enviado al secretario de Defensa Pete Hegseth a principios de junio, evaluaba el riesgo de agotar las reservas militares estadounidenses debido a las continuas demandas del gobierno ucraniano.
La información fue revelada por el Wall Street Journal, que cita fuentes anónimas del Departamento de Defensa. Aunque el texto no contenía recomendaciones explícitas, sí ejerció una influencia directa en la decisión de suspender entregas a Kiev, una medida que más tarde fue revertida por el propio presidente Donald Trump.
💣 Recursos al límite
Según funcionarios familiarizados con el informe, la principal preocupación de Colby radica en que Estados Unidos se está excediendo en sus compromisos militares globales, sin la capacidad logística suficiente para responder a múltiples frentes.
“Bridge [Colby] ha dado en el clavo con el problema real […]. Puede que haya quien no esté de acuerdo con su enfoque, pero se basa en una preocupación legítima”, afirmó Wess Mitchell, exfuncionario del Departamento de Estado.
Esta situación —sumada a las crecientes tensiones en el Indo-Pacífico— ha hecho que sectores del Pentágono reevalúen la sostenibilidad del apoyo militar continuo a Ucrania sin comprometer la preparación nacional.
🧭 El giro hacia China: reorientación estratégica
La decisión encaja dentro del plan mayor que impulsa Colby como uno de los arquitectos del redireccionamiento del poder militar de EE.UU. hacia Asia-Pacífico, con China como el desafío central. De hecho, en semanas recientes ha sido noticia por presionar a Japón y Australia para que se comprometan con acciones concretas en caso de un conflicto en Taiwán.
“Se requiere una drástica limitación de compromisos externos si EE.UU. quiere disuadir a China de actuar en el estrecho de Taiwán”, apuntó el Financial Times.
No obstante, esta visión choca con el enfoque actual de la administración Trump, que aún mantiene despliegues activos en Medio Oriente y apoyo a Ucrania, generando fricciones internas incluso dentro del propio Partido Republicano.
🌍 Un equilibrio cada vez más frágil
Este incidente expone un debate candente en el núcleo de la estrategia global de Estados Unidos: ¿puede seguir siendo el garante militar en Europa, Asia y Medio Oriente a la vez? Según Colby y otros expertos, no. La presión sobre el presupuesto de defensa, las reservas logísticas y la tensión política interna obligan a tomar decisiones que podrían redefinir la política exterior estadounidense en los próximos años.