Este lunes 30 de septiembre, el Ejército libanés ha retirado sus tropas de las posiciones a lo largo de la frontera sur del país con Israel, moviéndose al menos 5 kilómetros al norte de la línea fronteriza. La retirada, confirmada por una fuente de seguridad libanesa y reportada por The Times of Israel, ocurre en medio de intensos bombardeos de la artillería israelí sobre la ciudad fronteriza libanesa.
Según el Canal 14 de Israel, la retirada se realizó después de que las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU pidieran al Ejército libanés evacuar algunas de sus posiciones ante la posible ofensiva terrestre israelí, que apunta a los objetivos del grupo chiita Hezbolá. La reagrupación de las fuerzas libanesas es parte de un reposicionamiento estratégico para evitar estar en el epicentro de las operaciones.
El Ejército israelí ha lanzado "operaciones terrestres limitadas" dentro del territorio libanés, intensificando su presencia militar en la región. Los residentes de las zonas norte de Israel han sido advertidos de que el conflicto ha entrado en una nueva fase, elevando el nivel de alerta ante posibles enfrentamientos más graves en las próximas horas.
La retirada del Ejército libanés coincide con la escalada de tensiones entre Israel y Hezbolá, en medio de continuos ataques aéreos y terrestres a lo largo de la frontera. La comunidad internacional observa con preocupación el posible aumento de las hostilidades, mientras los esfuerzos diplomáticos para frenar la violencia no han logrado calmar la situación.