El canciller de Venezuela, Yván Gil, denunció este viernes ante la Asamblea General de la ONU lo que calificó como una “guerra no declarada” de Estados Unidos contra su país, en medio de un creciente despliegue militar norteamericano en el Caribe.
En su discurso, Gil evocó el legado de Simón Bolívar y repasó la historia de intervenciones extranjeras contra Venezuela, desde el siglo XX hasta las recientes sanciones y conspiraciones. Señaló que en la última década se han intensificado los intentos de desestabilización, incluyendo “un intento de magnicidio con drones, incursiones mercenarias y más de 1,042 sanciones contra la industria petrolera y sectores productivos”.
El canciller advirtió que el actual despliegue militar estadounidense constituye una “amenaza ilegal e inmoral” que viola la Carta de la ONU y los principios de soberanía. Agradeció la solidaridad de organismos como la Celac, BRICS y el Movimiento de Países No Alineados, que han rechazado las acciones de Washington.
Gil también condenó el uso de “mentiras y narrativas falsas” para justificar intervenciones militares, recordando los casos de Irak, Libia y Afganistán. Aseguró que, al no poder acusar a Venezuela de poseer armas de destrucción masiva, EE.UU. recurre a pretextos relacionados con el narcotráfico para justificar maniobras militares cerca de sus costas.
“Venezuela ratifica su derecho a defender su soberanía y la paz del Caribe y Suramérica. No nos atemorizan amenazas, ni mentiras, ni cañones”, enfatizó Gil, quien advirtió que el pueblo venezolano “ama la paz, pero está preparado para defenderla”.
En su intervención, también manifestó solidaridad con Palestina, Irán, Cuba, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Zimbabue, y reiteró el respaldo de Caracas a Rusia y China frente a lo que calificó como “agresiones imperialistas”.
La alocución se produjo días después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusara sin pruebas al mandatario venezolano Nicolás Maduro de liderar una red de narcotráfico y amenazara con nuevas medidas militares.