El empresario tecnológico Elon Musk, propietario de la red social X y fundador de compañías como Tesla y SpaceX, desató una nueva ola de polémica este sábado al afirmar que la Unión Europea (UE) “debería ser abolida”, argumentando que la soberanía debe retornar a los Estados miembros del bloque comunitario.
“La UE debería ser abolida y la soberanía debería ser devuelta a los países individuales, para que los gobiernos puedan representar mejor a sus pueblos”, escribió Musk en X, profundizando sus críticas hacia Bruselas en un momento de tensiones por regulaciones tecnológicas y recientes sanciones contra su plataforma.
Una nueva fricción con Bruselas
Las declaraciones se producen días después de que el magnate calificara como “descabellada” la multa impuesta por la UE a X por presuntas violaciones regulatorias, señalando que respondería a lo que considera un comportamiento arbitrario del bloque.
Musk acompañó su comentario con un video de un acto celebrado en Finlandia en agosto, donde la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, defendía la democracia europea y la libertad de expresión, mientras un manifestante que expresaba solidaridad con Palestina era detenido por la policía.
La contradicción implícita llevó a Musk a reaccionar con un emoji de una cara con ceja levantada, aludiendo a la tensión entre discurso y práctica dentro del bloque comunitario.
Apoyo desde Moscú
El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente del país, Dmitri Medvédev, coincidió con la postura del empresario y respondió con un escueto:
“Exactamente”.
El comentario fue interpretado como una validación política de la crítica de Musk, en un contexto en el que Rusia mantiene fuertes fricciones con la UE por sanciones, posiciones diplomáticas y la guerra en Ucrania.
Libertad de expresión y tensiones geopolíticas
La postura de Musk contra la UE se inscribe dentro de un debate más amplio sobre libertad de expresión, regulación digital e influencia política de los organismos supranacionales. Desde su adquisición de X, el magnate ha defendido un modelo de moderación mínima, algo que contrasta con la normativa digital europea, considerada una de las más estrictas del mundo.
Las declaraciones del empresario prometen intensificar el debate y las tensiones en torno al futuro de la gobernanza digital y el papel de la Unión Europea en la regulación de plataformas tecnológicas globales.















