La luna llena de noviembre, conocida tradicionalmente como la luna del castor, se elevará en el cielo nocturno este miércoles en su versión más espectacular del año: una superluna. El fenómeno ocurre cuando la luna llena coincide con el momento en que el satélite se encuentra más cerca de la Tierra en su órbita elíptica.
De acuerdo con los cálculos astronómicos, la superluna de noviembre de 2025 alcanzará su punto máximo de brillo y cercanía a las 22:00 horas, cuando estará a solo 356,980 kilómetros del planeta, la distancia más corta registrada desde febrero de 2019.
¿Por qué se llama “luna del castor”?
El nombre proviene de antiguas tradiciones de los nativos americanos, quienes aprovechaban el mes de noviembre para colocar trampas a los castores antes de que los ríos se congelaran. Otros sostienen que la denominación se debe a la intensa actividad de los castores durante esta época, cuando construyen sus diques para el invierno.
En algunos lugares, también se le conoce como “luna de hielo”, por coincidir con la llegada de las primeras temperaturas invernales.
Un espectáculo astronómico imperdible
La superluna del castor se apreciará mejor mirando hacia el este, justo cuando el sol se oculte. Expertos recomiendan observarla desde espacios abiertos o elevados, con una vista despejada del horizonte y sin nubosidad.
Cuando la Tierra, la Luna y el Sol se alinean, el hemisferio lunar que mira hacia nuestro planeta se ilumina completamente, ofreciendo una vista más grande y brillante que una luna llena normal. En comparación, una superluna puede parecer hasta 14 % más grande y 30 % más luminosa que una microluna, que ocurre cuando el satélite se encuentra en el punto más alejado de su órbita, conocido como apogeo.
La ciencia detrás del fenómeno
La órbita lunar no es perfectamente circular, sino elíptica, lo que provoca que su distancia a la Tierra varíe entre 363,396 kilómetros (perigeo) y 405,504 kilómetros (apogeo).
El término “superluna” se aplica cuando una luna llena ocurre a menos del 90 % de su distancia media al perigeo, lo que la hace visualmente más impresionante para los observadores desde la superficie terrestre.















