CARACAS (Venezuela).— El Ministerio de Hidrocarburos de Venezuela y la directiva de Petróleos de Venezuela (PDVSA) propusieron este lunes la “denuncia inmediata” del acuerdo de cooperación energética y la suspensión de todos los pactos gasíferos con Trinidad y Tobago, en respuesta a lo que califican como “acciones hostiles” del Gobierno de la primera ministra Kamla Persad-Bissessar.
La decisión fue anunciada por la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, quien también lidera la cartera de Hidrocarburos.
“PDVSA ha decidido proponer al presidente Nicolás Maduro la denuncia inmediata del acuerdo marco de cooperación energética entre Venezuela y Trinidad y Tobago, y la suspensión de todos los acuerdos gasíferos vigentes”, expresó Rodríguez.
El acuerdo en cuestión fue suscrito en 2015 y renovado automáticamente en febrero de este año, contemplando proyectos conjuntos para la explotación de yacimientos de gas y el desarrollo de infraestructura energética entre ambos países.
Razones del rompimiento
Rodríguez justificó la propuesta alegando que la primera ministra Persad-Bissessar “le declaró la guerra a Venezuela”, al alinearse —según dijo— con el plan guerrerista de Estados Unidos contra la región.
“La primera ministra se ha sumado a la agenda militarista de EE.UU., creyendo las promesas falsas de que pueden robar el gas venezolano para entregárselo a Trinidad y Tobago”, sostuvo la funcionaria.
Además, la vicepresidenta venezolana denunció la existencia de una “operación de falsa bandera” con participación de equipos militares estadounidenses, que —según Caracas— busca justificar una intervención directa contra Venezuela, similar a lo ocurrido en el ‘Incidente del Golfo de Tonkin’ durante la Guerra de Vietnam.
Rodríguez afirmó que el Gobierno venezolano descubrió el plan tras la captura de personas presuntamente financiadas por la CIA, quienes habrían brindado información clave sobre los preparativos.
“No es un conflicto: es una agresión militarista de EE.UU. contra Venezuela. Es una guerra por el gas y el petróleo de nuestra nación, que amenaza la paz y la estabilidad del Caribe y Suramérica”, sentenció Rodríguez.
Acusaciones contra Trinidad y Tobago
La vicepresidenta también criticó duramente a Persad-Bissessar por sus declaraciones en torno al bombardeo de embarcaciones sospechosas en aguas del Caribe, en las que —según denunció— murieron pescadores de origen trinitense.
“Aquí no hay debido proceso ni presunción de inocencia: hay ejecuciones extrajudiciales contra humildes ciudadanos del Caribe”, afirmó.
Rodríguez acusó además a Puerto España de romper con los principios de la Comunidad del Caribe (CARICOM), al permitir lo que calificó como la “militarización del Caribe” por parte de Estados Unidos.
“La nueva primera ministra ha decidido convertir su país en un portaviones de EE.UU., en una colonia militar al servicio de una agenda de agresión contra Venezuela y los pueblos de Suramérica”, concluyó.
Contexto regional
La ruptura de los acuerdos gasíferos ocurre en medio de un escenario geopolítico tenso en el Caribe, donde la cooperación energética entre ambos países había sido un símbolo de integración regional.
El anuncio de PDVSA marca un nuevo punto de inflexión en las relaciones entre Caracas y Puerto España, con posibles implicaciones para la seguridad energética del Caribe y la estabilidad diplomática de la región.















