El primer ministro de Catar, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim al Thani, denunció que el bombardeo israelí contra instalaciones en Doha constituye un acto de “terrorismo de Estado” y una amenaza directa a la seguridad regional.
En rueda de prensa, Al Thani aseguró que Catar “no tolerará” la violación de su soberanía y que ya se ha formado un equipo legal para preparar la respuesta correspondiente. Calificó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de “renegado” que practica el terrorismo de Estado y lleva a Oriente Medio a un “punto sin retorno”.
El jefe de Gobierno detalló que el ataque fue “una operación traicionera”, ejecutada con armas que no fueron detectadas por los sistemas de defensa aérea catarí. Denunció, además, que Estados Unidos solo informó del bombardeo diez minutos después de ocurrido.
Negociaciones en riesgo
Al Thani recordó que Catar venía desempeñando un rol activo como mediador en las negociaciones sobre un cese al fuego en Gaza, a petición de EE.UU. Sin embargo, acusó a Israel de sabotar deliberadamente los avances logrados. “Tras el ataque, ya no queda nada en pie”, lamentó.
Muertes en disputa
El bombardeo estaba dirigido contra la cúpula de Hamás, que se encontraba en Doha para discutir la propuesta de tregua del presidente estadounidense, Donald Trump.
Mientras medios como Al Hadath informaron que varios líderes, entre ellos Khaled Meshal y Khalil al-Hayya, habrían muerto en el ataque, fuentes de Hamás lo desmintieron, asegurando que su delegación salió ilesa y que solo murió un miembro del personal. Por su parte, The Times of Israel reportó que cinco militantes de Hamás murieron, pero que no formaban parte de la dirección del movimiento.
La comunidad internacional observa con preocupación el aumento de las tensiones, mientras se teme que el ataque israelí y la reacción de Catar agraven aún más la crisis en la región.