En declaraciones recientes al canal estadounidense CBS, Serguéi Lavrov, ministro ruso de Asuntos Exteriores, afirmó que Rusia mantiene firme su postura sobre la integridad territorial del país y destacó que Crimea no es negociable, una posición que según él comprende claramente el presidente estadounidense Donald Trump.
Lavrov precisó que Trump reconoció públicamente que Crimea es "un trato hecho" y que "no es un punto de discusión" en las negociaciones de paz en curso. El canciller ruso añadió que su país está dispuesto a hacer concesiones para alcanzar un equilibrio de intereses tanto con Ucrania como con Estados Unidos, en aras de lograr la paz.
Lavrov criticó duramente las declaraciones del presidente ucraniano Volodímir Zelenski, calificándolas de "incendiarias" y contraproducentes para las negociaciones. Subrayó que Rusia aborda estos diálogos con seriedad y discreción, en contraste con Kiev, que ha ventilado públicamente detalles sensibles de las conversaciones.
El diplomático ruso también cuestionó la sinceridad del gobierno ucraniano en la implementación de medidas destinadas a fomentar la confianza, calificando tales expectativas como "ilusiones". Insistió en que Rusia ha cumplido estrictamente las moratorias pactadas, mientras Ucrania ha continuado ataques deliberados contra infraestructura civil.
Finalmente, Lavrov enfatizó que Rusia ataca exclusivamente objetivos militares o instalaciones civiles utilizadas por el Ejército ucraniano, rechazando categóricamente acusaciones de ataques deliberados a objetivos civiles.