En la madrugada de este miércoles, 11 de diciembre de 2024, Ucrania llevó a cabo un ataque con misiles balísticos ATACMS de fabricación estadounidense contra el aeródromo militar de Taganrog, ubicado en la provincia de Rostov, en el sur de Rusia, informó el Ministerio de Defensa ruso.
De acuerdo con el organismo, seis misiles fueron disparados durante el ataque. Dos de ellos fueron derribados por el sistema de defensa aérea Pantsir, mientras que los cuatro restantes fueron desviados por dispositivos de guerra electrónica. Sin embargo, fragmentos de los misiles impactaron en las inmediaciones del aeródromo, provocando heridas al personal militar presente y causando daños menores a dos edificios, tres vehículos militares y algunos automóviles civiles estacionados cerca del lugar.
Advertencia de Moscú
El Ministerio de Defensa ruso calificó el ataque como una provocación grave y advirtió que "este ataque de armas occidentales de largo alcance no quedará sin respuesta y se tomarán las medidas pertinentes".
Contexto y posible respuesta
El presidente ruso, Vladímir Putin, ya había declarado previamente que el uso de armas occidentales de largo alcance por parte de Ucrania contra territorio ruso "equivale a una declaración de guerra por parte de la OTAN".
En respuesta a ataques anteriores con misiles ATACMS y Storm Shadow, Rusia lanzó un misil Oréshnik, un sistema balístico de alcance intermedio equipado con ojivas convencionales, contra una planta militar en Dnepropetrovsk, Ucrania.
El sistema Oréshnik, capaz de alcanzar velocidades hipersónicas de Mach 10 (aproximadamente 3 kilómetros por segundo), ha sido señalado por Putin como una alternativa estratégica a las armas nucleares, permitiendo una respuesta eficaz sin escalada nuclear directa.