Otra noche bajo fuego en Culiacán
Culiacán, la capital de Sinaloa, vivió una nueva ola de violencia el domingo por la noche que dejó un saldo de al menos siete muertos, dos personas desaparecidas, y múltiples ataques armados contra viviendas, negocios y sistemas de videovigilancia.
Según autoridades locales, se recibieron 31 reportes de disparos al 911 en diversas colonias, con ataques específicos dirigidos a las cámaras de seguridad. Alrededor de 80 cámaras de videovigilancia fueron destruidas, complicando los esfuerzos para reunir evidencia de los crímenes.
Los incidentes violentos
- Tres hombres asesinados: Los primeros homicidios ocurrieron cerca de las 8:00 p.m., cuando tres hombres a bordo de una camioneta fueron atacados.
- Repartidor abatido: Una hora más tarde, un motociclista que aparentemente realizaba un servicio de entrega fue tiroteado en una carretera.
- Asalto mortal: La quinta víctima fue atacada mientras regresaba a su casa, y una sexta persona murió en una farmacia tras intentar pedir ayuda.
- Incendio y destrucción: En la zona sur, una casa fue incendiada y completamente destruida en el sector Montebello.
Además, esta madrugada, autoridades encontraron a otra víctima fatal en la colonia Adolfo López Mateos.
Una ciudad bajo disputa
La violencia en Culiacán es parte de la guerra entre las facciones del narcotráfico que responden a Ismael 'El Mayo' Zambada y ’Los Chapitos', hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán.
Desde la captura de 'El Mayo' en un operativo liderado por EE.UU., las tensiones entre ambos bandos se han intensificado. Se acusa a Joaquín Guzmán López, uno de 'Los Chapitos', de entregar a Zambada a cambio de beneficios legales en EE.UU.
Impacto en la vida diaria
Ante el clima de inseguridad, universidades han suspendido clases, mientras que el transporte público opera de forma limitada. En redes sociales, se observan calles desiertas y zonas comerciales prácticamente paralizadas.
La respuesta del Gobierno
La administración de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrenta un desafío crítico en Sinaloa. Desde que asumió el poder el 1 de octubre, la región ha estado sumida en la violencia, con comunidades enteras convertidas en "ciudades fantasma".