El gobierno de Haití tomó la decisión de cerrar sus pasos fronterizos, frenando la reapertura parcial del intercambio comercial que República Dominicana había dispuesto hace casi un mes, debido a la disputa en torno a las aguas del río Masacre.
Este desarrollo ocurre justo cuando República Dominicana se prepara para presentar una controversia ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) este jueves. La controversia se deriva de la construcción ilegal de un canal para desviar el curso del río, y República Dominicana ha solicitado una sesión extraordinaria de la OEA para abordar el asunto.
Además, este cierre de fronteras coincide con un llamado a reclutamiento de cadetes por parte de las Fuerzas Armadas de Haití, quienes buscan aumentar su número de efectivos.
Inicialmente, las autoridades dominicanas habían acordado abrir la frontera con Dajabón a las 8:00 a.m. de este miércoles, permitiendo el acceso a los Corredores Comerciales Provisionales (CCP) exclusivamente para que los haitianos compraran productos de primera necesidad de forma peatonal. Sin embargo, el comercio resultó ser prácticamente nulo.
El alcalde de Dajabón, Santiago Riverón, señaló que esto se debe a que empresarios haitianos están tratando de obstaculizar la reanudación del intercambio con República Dominicana. Según Riverón, Haití se ha estado abasteciendo de mercados en Panamá y Estados Unidos durante el cierre fronterizo.
Las autoridades haitianas mantuvieron cerrado el acceso a territorio dominicano, sorprendiendo a ciudadanos haitianos residentes en Dajabón. Algunos, como Pichelo Petit Homme, calificaron esta medida como "ilógica" y esperan que no se llegue a una situación de hambruna debido a la falta de suministros.
Marie Rose, una ciudadana haitiana residente en Dajabón desde hace cinco años, hizo un llamado a la resolución pacífica del conflicto sin afectar el sustento de miles de familias tanto en Haití como en República Dominicana.
Las autoridades locales han mantenido el comercio clausurado en la franja norte de la frontera dominico-haitiana desde el 6 de septiembre, y en otros pasos fronterizos desde el 15 de ese mes en protesta por la construcción de un canal destinado a desviar el agua del río Masacre en territorio haitiano.
En Pedernales, al igual que en Dajabón, el Corredor Peatonal Económico tuvo poco movimiento. La provincia limita con Ansapitre, que también mantuvo sus puertas cerradas. Sin embargo, algunos comerciantes se presentaron para el registro biométrico.
La presencia de efectivos del Ejército Nacional y del Cesfront fue notoria en la zona, especialmente en Elías Piña, donde los movimientos eran más evidentes, aunque limitados y peatonales. Solo se permitía la comercialización de productos alimenticios y medicinas, sin vehículos.
Según informes oficiales, se registraron 612 haitianos en Elías Piñas, 332 en Jimaní y 47 en Pedernales, para un total de 991. No hubo registro de haitianos en Dajabón.
Homero Figueroa, vocero de la Presidencia, aseguró que los comerciantes están cumpliendo con el registro biométrico de manera organizada y pacífica para poder participar en el intercambio en los Corredores Comerciales Provisionales. La apertura del mercado binacional está prevista para mañana, viernes 13.
En Jimaní, los comerciantes esperan que el mercado vuelva a funcionar este jueves, ya que el cierre de la frontera, ordenado por el Gobierno dominicano el 14 de septiembre, ha tenido un impacto negativo en la economía de la región.
En otro acontecimiento, un incendio de origen desconocido, que está siendo investigado por el Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), se produjo en las instalaciones del mercado binacional de Dajabón en la madrugada de este miércoles. Este incidente retrasó la apertura del comercio por casi dos horas y afectó al menos 28 módulos utilizados por comerciantes haitianos para vender ropa, bebidas alcohólicas y otros productos. Aunque se sospechaba que el fuego fue accidental, las investigaciones aún no han concluido. Los bomberos de Dajabón, con la colaboración de bomberos de otras localidades fronterizas, trabajaron durante aproximadamente tres horas para extinguir las llamas.