Un grupo internacional de científicos reportó este jueves, en la revista Science, la primera evidencia relacionada con la emisión de neutrinos de alta energía provenientes de la Vía Láctea, lo que significa que hay fuentes cercanas en el interior de nuestra galaxia que generan estas peculiares partículas.
Los neutrinos son unas partículas subatómicas que pueden atravesar la mayor parte de la materia sin ser detectadas, por lo que son denominadas ’partículas fantasmas'. Jim Madsen, investigador de la Universidad de Wisconsin-Madison, explicó que estos pequeños objetos se originan a partir de eventos astronómicos extremos, como agujeros negros o explosiones estelares, y viajan sin dificultades en el espacio y la materia.
Sin embargo, comentó que, debido a su diminuto tamaño, los neutrinos no se pueden observar a simple vista, ni siquiera con la mayoría de los telescopios. Ante esta situación, se decidió emplear un detector de partículas conocido como Observatorio de Neutrinos IceCube, que anteriormente logró identificar neutrinos fuera de nuestro sistema solar.
De acuerdo con su operador, este detector, que se sitúa en la Estación Amundsen-Scott del Polo Sur, es único en su tipo, ya que abarca alrededor de un kilómetro cúbico de hielo antártico profundo, además de estar equipado con 5.000 sensores de luz.
Madsen detalló que estos dispositivos se encienden cuando detectan un neutrino y, dependiendo de la configuración de los mismos, se puede determinar la energía y dirección de la partícula que creó un destello de luz. Estos parámetros permiten conocer de qué parte del universo vino el neutrino.
Neutrinos que provienen de nuestra galaxia
Para esta nueva investigación se utilizaron técnicas de aprendizaje automático para el análisis de datos y reconstrucción de eventos obtenidos del IceCube. Los especialistas aseguraron que estudiaron 10 años de datos provenientes del enorme detector, logrando examinar 60.000 neutrinos, una cantidad 30 veces superior a lo que habían observado los escaneos de neutrinos anteriores del plano galáctico. Esto permitió conocer los neutrinos que emanaban dentro de la Vía Láctea.