El Centro de Planetas Menores de la Unión Astronómica Internacional reconoció el descubrimiento una nueva luna de Urano, la primera detectada alrededor de este planeta en más de 20 años, comunicó este viernes el Instituto Carnegie para la Ciencia de EE.UU. Asimismo, consideran que, con sus 8 kilómetros de diámetro, podría ser la más pequeña descubierta en nuestro sistema solar.
También anunciaron el descubrimiento de 2 pequeñas lunas en la órbita de Neptuno. El hallazgo eleva el número de satélites naturales conocidos para Neptuno y Urano a 16 y 28 respectivamente. "Las tres lunas recién descubiertas son las más débiles jamás encontradas alrededor de estos dos planetas gigantes de hielo utilizando telescopios terrestres", explicó el astrónomo Scott S. Sheppard de Carnegie. "Se necesitó un procesamiento de imágenes especial para revelar objetos tan débiles", agregó.
Las lunas descubiertas
Los astrónomos nombraron provisionalmente a la nueva luna de Urano 'S/2023 U1′, mientras espera recibir el nombre de un personaje de Shakespeare. Fue detectada por primera vez por Sheppard en noviembre del 2023.
Por su parte, de las 2 lunas nuevas de Neptuno, la denominada 'S/2021 N1′, con un diámetro de 14 km, ostenta el récord de ser la luna más débil jamás descubierta por telescopios terrestres. La más brillante de las dos se llama, provisionalmente, 'S/2002 N5′ y tiene 23 kilómetros de ancho. Ambas lunas neptunianas serán catalogadas permanentemente con nombres de diosas marinas de la mitología griega.
En septiembre del 2021, Sheppard descubrió la más brillante de las dos lunas neptunianas recién descubiertas. Ese mismo año, en colaboración con otros astrónomos, también encontró la luna extremadamente débil.
Proceso laborioso
Los científicos detallaron que el descubrimiento de estas tres lunas requirió realizar docenas de exposiciones de 5 minutos durante períodos de 3 o 4 horas en varias noches consecutivas. El uso de esta técnica de observación intensiva con algunos de los telescopios más grandes del mundo permitió obtener las imágenes más profundas de las cercanías de Urano y Neptuno.
"Debido a que las lunas se mueven en solo unos minutos en relación con las estrellas y galaxias de fondo, las exposiciones largas y únicas no son ideales para captar imágenes profundas de objetos en movimiento", subrayó Sheppard. "Al superponer estas exposiciones múltiples, aparecen estrellas y galaxias con rastros detrás de ellas, y objetos en movimiento similares al planeta anfitrión se verán como fuentes puntuales, sacando a las lunas de detrás del ruido de fondo en las imágenes", explicó.
Completando el inventario
Las nuevas lunas tienen órbitas distantes, excéntricas e inclinadas, por lo que los científicos consideran que fueron capturadas por la gravedad de Urano y Neptuno durante, o poco después de su formación, a partir del anillo de polvo que rodeaba a nuestro Sol en sus inicios.
Los planetas gigantes de nuestro sistema solar tienen configuraciones similares para sus lunas exteriores, independientemente de su tamaño o del proceso mediante el cual se formaron. "Incluso Urano, que está inclinado de lado, tiene una población lunar similar a la de otros planetas gigantes que orbitan alrededor de nuestro Sol", explicó Sheppard.