El ministro interino del Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de Brasil, Ricardo Cappelli, destituyó a 29 militares en el marco de la orden dada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva para renovar la cartera tras los ataques del 8 de enero contra las sedes de los tres poderes del Estado.
Según un comunicado, entre las personas que han sido destituidas se encuentran tres de los cuatro secretarios nacionales del ministerio.
"Hay una determinación del presidente de la República para que aceleremos la renovación del personal funcional", explicó recientemente el ministro.
Cappelli se encuentra al frente de la cartera desde la semana pasada, después de que el general Marco Gonçalves Dias, uno de los hombres de confianza de Lula, renunció a su cargo tras difundirse polémicos videos que mostraban a miembros del GSI, y al propio general, circulando por el Palacio de Planalto entre los bolsonaristas el día de los asaltos y sin hacer gesto alguno por detenerlos.
Comisión de investigación
En este sentido, el presidente del Congreso, Rodrigo Pacheco, creó formalmente el miércoles la Comisión Parlamentaria Mixta de Investigación (CPMI) de los ataques, formada por legisladores de la Cámara y el Senado para esclarecer los hechos y sus responsables.
Bautizada por la prensa como "CPMI de los Actos Golpistas", la comisión promete semanas de acalorados enfrentamientos entre diputados oficialistas y opositores con sus distintas versiones sobre los hechos.
"Cada persona que participó en el golpe será juzgada, tendrá derecho a la presunción de inocencia que yo no tuve, pero no dejaremos de juzgar a cada golpista, porque en este país no hay lugar para nazis, fascistas y para quienes no les gusta la democracia", afirmó Lula la semana pasada.