El Ministerio de Defensa de Rusia advirtió este martes sobre un supuesto plan de Ucrania para ejecutar un ataque provocador contra una zona residencial densamente poblada en la región de Járkov, a pocos días de la reunión entre Vladímir Putin y Donald Trump prevista para el 15 de agosto en Alaska.
Según la versión oficial rusa, el ataque —que podría incluir el uso de drones y misiles— estaría diseñado para provocar un elevado número de víctimas civiles y ser documentado de inmediato por periodistas occidentales ya trasladados a la localidad de Chugúyev en vehículos del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).
El Kremlin sostiene que el objetivo sería culpar a Moscú y “crear condiciones para la ruptura de la cooperación ruso-estadounidense” en la resolución del conflicto en Ucrania.
Contexto diplomático
Esta acusación llega en un momento de máxima tensión diplomática. La cumbre de Alaska será el primer encuentro entre Putin y Trump desde 2019 y está enmarcada como una oportunidad para explorar salidas al conflicto ucraniano.
El embajador especial ruso para los Crímenes del Régimen de Kiev, Rodión Miróshnik, denunció que, en paralelo, Kiev ha incrementado sus bombardeos contra zonas civiles en Rusia: 127 personas afectadas entre el 4 y el 10 de agosto, de las cuales 22 murieron.
Reacción de Zelenski
El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, rechazó que se tomen decisiones sobre el futuro de su país sin su participación y amenazó con no reconocer los resultados de la reunión en Alaska.
“Es imposible hablar de Ucrania sin Ucrania… No pueden aprobar nada sobre nuestro país sin nosotros”, afirmó.