Un centenar de escuelas del estado de Sinaloa permanecen cerradas tras la jornada violenta que vivió la entidad del noroeste del país por la captura del presunto narcotraficante Ovidio Guzmán López, ocurrida el pasado 5 de enero, en la comunidad de Jesús María.
La detención de Guzmán López, hijo del capo encarcelado en EE.UU. Joaquín 'el Chapo' Guzmán, provocó balaceras, quema de vehículos y bloqueos de vías en la capital sinaloense. Los aeropuertos de Culiacán y Mazatlán fueron cerrados. En tanto, se suspendieron las clases en la entidad.
Temor e incertidumbre en aulas
El lunes 9 de enero, se reanudaron las clases del sistema de educación básica —de los tres a los 15 años de edad— en todo el estado. No obstante, 101 escuelas de la entidad permanecieron cerradas por la situación de incertidumbre.
La mayor parte de los centros educativos que no abrieron sus puertas estaban en la sindicatura de Jesús María —en donde se capturó al capo y se vivieron al menos 10 horas de balaceras entre autoridades y el Cártel de Sinaloa— y en colonias aledañas. Además, otras escuelas permanecieron cerradas en los municipios de El Rosario, Escuinapa y Badiraguato por el temor comunitario tras lo ocurrido.
"En cuanto a Rosario, Escuinapa y Badiraguato, pues tenía que ver con rumores, temores, la incertidumbre propia que nos ha dejado lo acontecido el jueves pasado", explicó a medios locales la secretaria de Educación Pública y Cultura (SEpyC), Graciela Domínguez Nava.
Saldo violento
La violenta jornada del 5 de enero dejó un saldo de 29 víctimas fatales, incluyendo 10 militares y 19 presuntos delincuentes. Además, 35 elementos castrenses resultaron lesionados, según informó el Gobierno mexicano.
De manera extraoficial, los vecinos de Jesús María dijeron a medios locales que hay 140 personas desaparecidas —hombres y mujeres de 12 a 35 años de edad— y cuatro cuerpos sin identificar en la morgue.