Las bandas criminales que tienen control sobre gran parte de Puerto Príncipe, así como las principales vías de acceso al país, han desencadenado una serie de ataques en lugares estratégicos en los últimos días. Entre los blancos han estado la academia de policía, el aeropuerto y varias cárceles, provocando la fuga masiva de miles de presos.
En los alrededores del aeropuerto Toussaint-Louverture, se han registrado nuevos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y las pandillas durante las últimas noches, según informó una fuente policial.
El clima de inseguridad ha llevado a un aumento significativo de la actividad delictiva en las calles de Puerto Príncipe, especialmente en las zonas comerciales, mientras que las oficinas gubernamentales y las escuelas permanecen cerradas, según reportó un corresponsal de la AFP.
Jimmy "Barbecue" Cherizier, líder de una de las principales pandillas, ha exigido la renuncia del primer ministro, quien se encontraba en África cuando estalló la crisis actual. Cherizier, un expolicía sancionado por la ONU, ha amenazado con llevar al país hacia una guerra civil y eventualmente un genocidio si el primer ministro no abandona su cargo.
El primer ministro Ariel Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, debía dimitir en febrero, pero acordó un gobierno de transición con la oposición hasta que se celebren nuevas elecciones. Sin embargo, en un país sin presidente ni Parlamento desde 2016, el futuro político de Henry está en entredicho.
La embajadora estadounidense ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha instado al primer ministro haitiano a avanzar en un proceso político que conduzca a la celebración de elecciones y al establecimiento de un órgano presidencial de transición.
Mientras tanto, la situación en Haití se ha vuelto más que insostenible, con un aumento alarmante de la violencia que ha dejado a 1.193 personas asesinadas desde principios de 2024, según el jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Türk. Türk ha pedido urgentemente el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la policía haitiana para proteger vidas.
En medio de esta crisis, aproximadamente 5.5 millones de haitianos, la mitad de la población, necesitan asistencia humanitaria externa. Sin embargo, los fondos destinados a Haití han sido escasos, con solo el 2.5% del total solicitado por la ONU recaudado hasta el momento.
La situación se agrava con el éxodo de al menos 15.000 personas de las zonas más afectadas de Puerto Príncipe desde el inicio de los disturbios la semana pasada, según informes de la ONU.
A pesar de los esfuerzos internacionales para intervenir, la fecha de llegada de la misión policial multinacional aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre aún no se ha establecido. La violencia descontrolada, los secuestros y los alarmantes niveles de homicidios han sumido a Haití en una profunda crisis que exige una respuesta urgente de la comunidad internacional.