Desde el puerto mediterráneo de Marsella, en el sur de Francia, el Papa Francisco, donde viajó para clausurar los Encuentros Mediterráneos, criticó el "fanatismo de la indiferencia" que recibe a los migrantes que buscan una vida mejor en Europa.
El jefe de la Iglesia católica pidió "responsabilidad europea" para enfrentar el "fenómeno migratorio" antes de cerrar su visita a Marsella con una multitudinaria misa.
Este sábado 23 de septiembre, el Papa Francisco participó en la clausura de la tercera edición de los Encuentros del Mediterráneo, donde invitó a reflexionar acerca del sufrimiento de los migrantes que pierden la vida en el mar.
El jefe de Estado de El Vaticano aseguró que quien "arriesga su vida en el mar no invade, busca acogida, busca vida".
Francisco junto con los líderes religiosos en Marsella habló de los migrantes: "No nos acostumbremos a considerar los naufragios como noticias y a los muertos como cifras; no, son nombres y apellidos, son rostros e historias, son vidas rotas y sueños destrozados".
El prelado llegó este viernes a Marsella (sureste de Francia) para alertar del drama que viven los migrantes en el Mediterráneo, en pleno debate en Europa sobre la acogida de refugiados.
Este 22 de septiembre, el papa Francisco llegó a la ciudad de Marsella, en el sur de Francia, para clausurar la tercera edición de los Encuentros Mediterráneos, un foro religioso que tiene como tema principal el desafío migratorio.
Se espera que la visita de dos días finalice con una multitudinaria misa a la cual tiene previsto asistir el presidente Emmanuel Macron. Un encuentro en medio de los grandes desafíos que enfrenta Europa para responder conjuntamente a la crisis migratoria de los últimos meses.