Los numerosos países, en particular africanos, que aspiran a adherirse al BRICS (Argelia, Egipto, Túnez, Etiopía, Nigeria, Sudán y Zimbabue), perciben al grupo como una organización que puede desafiar las estructuras de la gobernanza mundial dominadas por Occidente, opinan expertos citados por South China Morning Post este domingo.
En particular, existe una frustración creciente con la hegemonía occidental en el sistema financiero internacional, mientras que el BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa más del 40 % de la población global y alrededor del 25 % del PIB mundial. Durante la Cumbre para un Nuevo Pacto Financiero Mundial que tuvo lugar a finales de junio, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abogó por la necesidad de desdolarizar la economía mundial.
"Hay gente que se asusta cuando digo que se deben crear nuevas monedas para comerciar", declaró Lula. "Este también es un debate que está en la agenda, y si dependiera de mí, se tratará en la cumbre del BRICS que tendrá lugar en septiembre, y también se tratará en la reunión del G20″, subrayó, defendiendo que un mayor número de países africanos deberían participar en estas discusiones.
El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, apoyó a su homólogo brasileño en los planes de creación de una moneda común del BRICS y en la necesidad de reformar instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Entre tanto, el presidente keniano, William Ruto, también instó a los países africanos a rechazar el dólar y crear una divisa común para agilizar sus transacciones comerciales.
Valoración de expertos
XN Iraki, profesor de economía en la Universidad de Nairobi, dijo que para muchos países el BRICS representa una oportunidad de escapar política y económicamente del hegemonismo occidental. Además, destacó que China y la India, al haber sido países emergentes, perciben a África como un lugar de competencia. "Probablemente compitan uno con el otro para 'impresionar' a África con regalos como ayuda, préstamos o comercio en condiciones favorables", apuntó Iraki, añadiendo que los "nuevos miembros [del BRICS] serían un problema por su lealtad y expectativas".
Por su parte, Cameron Hudson, experto del programa para África en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, con sede en Washington, aseveró que el BRICS ofrece a los Estados del continente un posible camino para reforzar su influencia internacional mediante su unión con otros países del Sur Global que comparten sus mismas perspectivas y desafíos. Al percibir al BRICS como una estructura del mundo multipolar, los países africanos ven una oportunidad de poner en la agenda los problemas que les afectan, como el cambio climático o la financiación del desarrollo.
Para Paul Nantulya, investigador asociado en la Universidad de Defensa Nacional en Washington, uno de los principales alicientes de los países africanos para formar parte del BRICS es la necesidad de fortalecer sus lazos con Pekín. "En África, algunos amigos más fuertes de China creen, con o sin razón, que alianzas más estrechas con China pueden ganar más influencia para los países africanos a nivel multilateral". El experto destacó que el bloque propone alternativas concretas, en particular, la financiación para el desarrollo a través del Nuevo Banco del Desarrollo (NBD).
Mientras tanto, Joe Sullivan, exfuncionario de la Casa Blanca, dijo que muchos países, especialmente africanos, anhelaban una organización multilateral que representara los intereses del Sur Global. "En el BRICS, ven la posibilidad que este sueño se haga realidad. Y están ansiosos por formar parte de ello", explicó. "El poder del BRICS radica en su potencial de servir como un G7 o G20 para el Sur Global", resumió.