Dr. Isaías Ramos
El pueblo dominicano ha sido victima de una clase gobernante irresponsable y amoral como nunca antes conocimos. Son tan inmorales, injusto e irresponsables que al endeudamiento desenfrenado al que han llevado al país llegó a un punto sin retorno y de no tomarse medidas estructurales y de fondo drásticas estaríamos condenados a entregar nuestra soberanía a unos acreedores de un capital que no tiene rostro y tampoco alma.
Me pregunto si estos congresistas que han sido tan alegres para levantar sus manos para aprobar préstamos que comprometen la soberanía nacional y sacrifican a las generaciones venideras, actuarían tan irresponsables en sus vidas privadas, endeudándose y adquiriendo compromisos financieros a futuros para que sus hijos, nietos y biznietos se encarguen de pagarlos. Llevando a sus propios hijos a esclavizar sus vidas a futuro con tal de que su clase privilegiada continúen viviendo estilos de vidas desenfrenadas bajo un hedonismo de irresponsabilidad.
Es muy preocupante el nivel de endeudamiento al que cada día es sometido el país, préstamos que en su mayoría van a cubrir déficit y prácticamente ningunos para inversiones de capital con rendimiento sociales y económicos positivos.
El nivel de endeudamiento ha llevado a la nación hacia un estrangulamiento y aumento de miseria, sacrificio y vicisitudes de la clase trabajadora y pobre del país sin precedente.
Para el año entrante estaremos destinando 3.3% del producto interno bruto (PIB) al servicio de la deuda donde el fin no es pago de capital y por ende disminución de la deuda, si no el pago de intereses y amortizaciones. Seguir aprobando presupuestos con déficit llevará a una deuda que continuará creciendo, convirtiendo esta deuda en un círculo fatalista acrecentándose cada día más.
Es una especie de circuito piramidal que para poder pagar la deuda necesita más préstamos.
Ya cruzamos la línea de lo que los organismos crediticios internacionales llaman punto sin retorno, con la enorme agravante de que la deuda social acumulada es mucho más apremiante a resolver que la misma deuda externa e interna, un país que no tiene resuelto ninguno de los servicios básicos y esenciales que requiere cualquier población en el mundo como base para entrar en una etapa de desarrollo sostenible, como son sistema cloacales, drenaje pluvial, agua potable, energía limpia y segura, seguridad ciudadana, salud, educación, y otros.
Estas deudas en su mayoría podrían calificarse de ilegítima porque se originaron en gobiernos corruptos e irresponsables. La mayoría de estas deudas para “gastos” que no tienen justificativo a menos que sea para uso clientelista y para favorecer a particulares. Sin embargo, pretenden obligar a pagar a los que no bailaron en la fiesta.
Es inmoral porque no se utilizaron esos recursos en dar una repuesta a solucionar los problemas fundamentales que afectan a la población. Es injusta porque pretenden dejar unos compromisos futuros a unas generaciones que ni siquiera han nacido.
En el Frente Cívico y Social estamos convencidos que con esta clase política que nos gobierna no se puede contar para realizar los cambios estructurales y de fondo que ameritan las circunstancias, por lo que primero se requiere es salir de esa clase parasitaría que tanto daño ha hecho al pueblo, luego auditar la deuda y negociar con los acreedores y estructural un plan de desarrollo basado en la producción de riqueza que traiga bienestar a cada dominicano.
RD si puede!