Washington, 11 de noviembre de 2025.– El Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley de financiación temporal para el Gobierno federal, con vigencia hasta el 30 de enero, que busca poner punto final a un cierre que se ha extendido por más de 40 días, convirtiéndose en el más largo en la historia del país.
Tras el visto bueno de la Cámara Alta, la propuesta pasará a la Cámara de Representantes, donde se espera que sea sometida a votación este miércoles. De aprobarse, el texto sería enviado a la Casa Blanca para la firma del presidente Donald Trump, quien ya ha manifestado su respaldo.
“Vamos a abrir nuestro país muy rápidamente”, declaró el mandatario al referirse al acuerdo que daría un respiro a millones de ciudadanos afectados por el cierre parcial del Gobierno.
Un ‘shutdown’ histórico y sus efectos
El cierre administrativo comenzó el 1 de octubre, cuando demócratas y republicanos no lograron un acuerdo para aprobar el financiamiento provisional del Gobierno federal.
Desde entonces, el ‘shutdown’ ha tenido amplias consecuencias:
- Impago de salarios a cientos de miles de trabajadores federales.
- Recortes y paralización en diversos programas federales.
- Caos en la aviación civil, con miles de vuelos cancelados o retrasados por la escasez de controladores aéreos y personal de seguridad.
Se trata del cierre número 11 en la era moderna y el más largo jamás registrado, superando el récord de 35 días de 2018–2019.
¿Qué originó el cierre del Gobierno?
El origen de la crisis se encuentra en el bloqueo político en el Congreso:
- El Gobierno se quedó sin financiamiento al expirar la resolución de gasto.
- Los senadores demócratas bloquearon el proyecto de financiación aprobado por la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
- Los demócratas exigían que el acuerdo incluyera la extensión de subsidios de atención médica que están por vencer, mientras los republicanos insistían en aprobar una “resolución limpia” y negociar la salud aparte.
A lo largo de más de un mes, múltiples votaciones y propuestas fracasaron en el Senado antes de que se alcanzara el compromiso aprobado ahora, que incluye financiar el Gobierno hasta finales de enero, restaurar salarios y detener despidos de empleados federales, pero pospone la batalla por los subsidios de salud para una negociación posterior.
Próximos pasos y panorama político
Aunque la aprobación en el Senado es un avance significativo, el fin del ‘shutdown’ todavía depende de:
- Votación en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.
- Firma del presidente Donald Trump, quien ha mostrado apoyo, pero mantiene abiertas otras vías de presión fiscal para los próximos meses.
El acuerdo ha generado fracturas internas en el Partido Demócrata, donde sectores progresistas critican que no se haya asegurado desde ya la extensión de los subsidios de salud, mientras otros defienden el pacto como una necesidad urgente para aliviar el impacto sobre los trabajadores federales y la economía.
Un cierre con alto costo social y económico
Más allá del pulso político, el ‘shutdown’ ha tenido un fuerte impacto en la vida cotidiana:
- Cerca de 700.000 trabajadores federales se han visto afectados por despidos temporales, atrasos salariales o reducción de jornadas.
- Programas de asistencia alimentaria y servicios públicos esenciales han tenido que recortar o reprogramar sus operaciones.
- El sector turístico y el transporte aéreo han sufrido pérdidas millonarias por cierres parciales, retrasos y cancelaciones de vuelos.
La expectativa ahora se centra en que la Cámara de Representantes ratifique el acuerdo y se ponga fin a un cierre que ha puesto a prueba la resiliencia institucional y la confianza ciudadana en el sistema político estadounidense.

















