La Fiscalía de Ucrania ha dado comienzo a una investigación sobre la supuesta ejecución de prisioneros rusos a manos de soldados ucranianos después de que desde Moscú se haya denunciado el hecho tras la aparición de vídeos en redes sociales en los que así se aprecia.
De forma preliminar, el comisionado de Derechos Humanos de Ucrania, Dimitro Lubinets, ha señalado que los soldados rusos primero declararon su rendición para después abrir fuego contra las tropas ucranianas, que habrían respondido a estos disparos. "Devolver el fuego no es un crimen de guerra", ha remarcado.
En esta línea se ha manifestado la Fiscalía, que ha incidido en que investigará si efectivamente los soldados rusos reconocieron su rendición como parte de una estrategia para atacar a la parte ucraniana y obtener ventaja, algo que queda prohibido por las leyes humanitarias internacionales.
Esta supuesta ejecución de al menos una decena de soldados rusos ha levantado las críticas de Moscú, que pronto ha salido al paso para exigir a las organizaciones internacionales que investiguen lo ocurrido, a la par que ha señalado que las propias autoridades rusas estudiarán el caso en busca de responsables.
De hecho, el Ministerio de Justicia ruso advirtió ya la semana pasada de que tanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, como "sus secuaces" deberían rendir cuentas y responder ante un tribunal por este episodio de "tortura y asesinato".