El canciller ruso Serguéi Lavrov declaró este sábado ante la Asamblea General de la ONU que cualquier ataque contra Rusia será respondido “con firmeza”, en medio de las tensiones crecientes con la OTAN y la Unión Europea.
“Cualquier agresión contra mi país será repelida con firmeza. De esto no debería caber ninguna duda entre quienes, en la OTAN y la UE, declaran abiertamente los preparativos para un ataque contra nuestra provincia de Kaliningrado y otros territorios rusos”, expresó Lavrov.
El ministro acusó a la Alianza Atlántica de ignorar las propuestas rusas de establecer garantías de seguridad legalmente vinculantes y denunció que las amenazas contra Moscú se han vuelto más frecuentes, a pesar de que el presidente Vladímir Putin ha negado en reiteradas ocasiones supuestos planes de atacar a países miembros de la OTAN.
Críticas a Ucrania y a Europa
Lavrov cuestionó la situación en Ucrania, denunciando que se trata del único país que ha prohibido legalmente el uso de la lengua materna de casi la mitad de su población. Acusó al Gobierno ucraniano de permitir ataques terroristas, torturas, ejecuciones extrajudiciales, bombardeos a civiles y hasta sabotajes en centrales nucleares, mientras —según dijo— Europa guarda silencio “obsesionada con infligir una derrota estratégica a Rusia”.
Posición de Moscú
El canciller aseguró que Rusia sigue abierta a negociaciones, pero insistió en que estas deben abordar las causas profundas del conflicto, incluyendo el respeto a los derechos de las poblaciones rusas y de habla rusa en territorios controlados por Kiev.
Asimismo, reiteró que la expansión de la OTAN hacia el este constituye una amenaza directa para la seguridad rusa, recordando que la Alianza había dado garantías a los líderes soviéticos de no avanzar en esa dirección.