El Pentágono advirtió que defenderse de los drones es hoy el mayor desafío emergente para las Fuerzas Armadas de EE.UU., lo que ha impulsado una rápida incorporación de inteligencia artificial (IA) y tecnologías comerciales en sus operaciones.
El secretario del Ejército, Dan Driscoll, reveló que los soldados ya prueban gafas Ray-Ban con IA, adquiridas por apenas 400 dólares el par, capaces de grabar reparaciones y guiar a tropas con menos experiencia en mantenimiento militar.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército, general Randy George, subrayó que la guerra contra drones exige soluciones baratas, rápidas y automatizadas:
“Si un dron cuesta 5,000 dólares, necesitamos un interceptor de 2,000 o 3,000 dólares. Ese es el enfoque”.
Modernización militar en marcha
Las pruebas incluyen proyectiles de proximidad, láseres de alta energía y sistemas de impresión 3D para fabricar piezas en el mismo campo de batalla. Asimismo, 25 brigadas serán renovadas en los próximos dos años para volverlas más móviles y resistentes en escenarios de alta amenaza.
El Ejército también proyecta la llegada del nuevo tanque M1E3, concebido como reemplazo más ligero y rápido del Abrams, a partir de 2026.
Presupuesto redirigido
Para costear esta transformación, el Ejército planea recortar 48,000 millones de dólares en cinco años en programas obsoletos, reinvirtiendo en drones, defensa aérea y sistemas de fuego de largo alcance. Además, se lanzó un fondo de 750 millones de dólares para apoyar a pymes tecnológicas con potencial militar.
No obstante, expertos externos advierten que confiar en dispositivos comerciales como gafas inteligentes o tabletas podría abrir vulnerabilidades cibernéticas y problemas de durabilidad en combate.