El líder de la República Popular Democrática de Corea, Kim Jong-un, recibió este viernes en la Casa Mokrán a decenas de familiares de soldados norcoreanos fallecidos durante la liberación de la provincia rusa de Kursk, tras la incursión ucraniana ocurrida en agosto de 2024.
Durante la ceremonia, Kim ofreció condolencias a madres, viudas y niños de los caídos, describiendo su sacrificio como una “hazaña heroica” que fortaleció la victoria de la nación. “Contemplaron la muerte como un honor y sacrificaron sus valiosas vidas sin remordimientos”, afirmó, según reportó la Agencia Central de Noticias de Corea (KCNA).
Retratos de los soldados fueron exhibidos en el acto, donde el líder norcoreano aseguró que “vivirán por siempre en nuestros corazones” y prometió que el Estado cuidará de los hijos de los militares fallecidos. Asimismo, reiteró su compromiso de construir “el paraíso socialista más poderoso y próspero” sobre la base de los logros de esos héroes.
La ceremonia contó con la presencia de altos funcionarios del Partido del Trabajo de Corea, comandantes del Ministerio de Defensa Nacional y representantes de la Academia Revolucionaria.
Contexto de la ofensiva en Kursk
En agosto de 2024, las fuerzas ucranianas incursionaron en la ciudad rusa de Sudzha, en la provincia de Kursk, tomando control temporal del área y dejando a miles de civiles bajo difíciles condiciones de vida.
La contraofensiva rusa, con apoyo de tropas norcoreanas enviadas bajo el marco del Tratado de Asociación Estratégica Integral con Rusia, logró recuperar el territorio ocupado entre marzo y abril de 2025, lo que puso fin a lo que Moscú y Pionyang calificaron como la “fracasada aventura militar de Kiev”.