Brasilia se planta frente a Washington. Este lunes, el Supremo Tribunal Federal (STF) anunció una resolución que blinda a las empresas, bancos y organismos brasileños frente a sanciones extranjeras, una medida que desafía abiertamente la política de coerción de Estados Unidos.
El ministro Flávio Dino notificó la decisión al Banco Central y a la Federación Brasileña de Bancos, entre otros actores financieros, para su inmediata aplicación. Con ello, ningún organismo podrá ejecutar bloqueos de activos, cancelar contratos o aplicar sanciones dictadas por tribunales o gobiernos extranjeros sin autorización expresa del STF.
La medida llega en un momento de máxima tensión diplomática. Washington incluyó recientemente al juez Alexandre de Moraes en la lista de sancionados, lo que permite bloquear sus bienes y transacciones en territorio estadounidense. De Moraes es el magistrado que instruye el proceso penal contra el expresidente Jair Bolsonaro, acusado de instigar el intento de golpe de Estado del 8 de enero de 2023.
La resolución también responde al aumento de la hostilidad retórica de Donald Trump hacia Brasil. El expresidente estadounidense impuso un arancel del 50 % a los productos brasileños y calificó las decisiones judiciales contra Bolsonaro como parte de una “caza de brujas”.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue tajante: “Brasil no se va a arrodillar ante el Gobierno estadounidense”. Con esta resolución, Brasilia busca crear un muro jurídico frente a la injerencia extranjera, marcando un giro estratégico en la relación bilateral.
Expertos advierten que la decisión puede escalar el conflicto con Washington y generar repercusiones en los mercados, pero también consolida la postura soberanista de Brasil en el escenario internacional.