El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a arremeter contra la migración irregular, esta vez desde Escocia, donde emitió una declaración alarmante dirigida a los gobiernos europeos:
“En cuanto a la migración, más les vale organizarse o ya no habrá Europa”, afirmó con tono categórico. “Tienen que detener esta horrible invasión que está sufriendo Europa”.
Trump vinculó directamente la falta de control migratorio con una supuesta pérdida de identidad cultural y soberanía en el continente, una postura que refuerza su narrativa habitual sobre seguridad nacional.
El mandatario comparó la situación europea con la de EE.UU., presumiendo de haber “sacado a mucha gente mala” del país, y reprochó a la anterior administración demócrata por “dejarlos entrar”.
Aunque no ofreció nombres, el presidente destacó que algunos líderes europeos han adoptado medidas que considera acertadas en cuanto a política migratoria, aunque “prefería no mencionarlos para no avergonzar al resto”.
Esta declaración se produce días después de que su administración promocionara con polémico contenido visual un reclusorio para migrantes rodeado de caimanes, un mensaje que fue duramente criticado por organismos de derechos humanos.