El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este sábado que fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo un ataque aéreo exitoso contra tres instalaciones nucleares en Irán, intensificando el conflicto ya desatado entre Teherán y Tel Aviv.
“Una carga completa de bombas fue lanzada sobre Fordo. Todos los aviones están a salvo en su camino a casa. ¡Ha llegado la hora de la paz!”, declaró Trump a través de su red social Truth Social.
El mandatario detalló que los ataques alcanzaron los sitios de Fordo, Natanz e Isfahán, instalaciones clave del programa nuclear iraní. La ofensiva fue realizada con bombarderos B-2 y habría incluido el uso de la temida bomba antibúnker GBU-57, capaz de penetrar búnkeres subterráneos reforzados.
Ataque estratégico y coordinación con Israel
De acuerdo con fuentes citadas por Axios y Reuters, la administración Trump notificó previamente a Tel Aviv sobre el operativo. Además, medios regionales reportaron explosiones en las ciudades iraníes de Isfahán, Kashan y Qom, zonas cercanas a sitios de infraestructura nuclear.
Expertos indican que el blanco principal, la planta de Fordo, está construida en lo profundo de una montaña, lo que requeriría armamento de gran poder destructivo para ser neutralizado.
Rusia advierte de consecuencias imprevisibles
El presidente ruso Vladímir Putin condenó el bombardeo en una conversación con el propio Trump, y reiteró su advertencia sobre el riesgo de una escalada regional:
“Esto puede tener consecuencias imprevisibles para toda la situación en el Medio Oriente”, señaló desde el Foro Económico de San Petersburgo.
China también expresó su rechazo, al igual que múltiples gobiernos latinoamericanos, islámicos y africanos, acusando a EE.UU. de agravar una crisis generada por Israel desde el pasado 13 de junio, cuando atacó a Irán sin provocación.