Primera confirmación oficial
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., John Kirby, confirmó este lunes que Washington autorizó a Ucrania el uso de los misiles balísticos de largo alcance ATACMS en ataques contra territorio ruso. Kirby explicó que la decisión se tomó bajo la justificación de una "necesidad inmediata de defensa" en la provincia de Kursk y sus alrededores.
"Los militares de Ucrania pueden usar los ATACMS para defenderse en caso de necesidad inmediata, y ahora mismo, comprensiblemente, eso ha tenido lugar en Kursk y sus alrededores," señaló Kirby.
Esta declaración marca la primera vez que Estados Unidos admite oficialmente haber levantado las restricciones para que Kiev utilice este tipo de armamento en ataques dentro de territorio ruso internacionalmente reconocido.
Ataques recientes con armas occidentales
La semana pasada, las Fuerzas Armadas de Ucrania llevaron a cabo una serie de ataques en las provincias rusas de Briansk y Kursk, utilizando tanto misiles ATACMS proporcionados por EE.UU. como misiles de crucero Storm Shadow suministrados por el Reino Unido. Los objetivos principales fueron instalaciones militares rusas.
En respuesta, Rusia lanzó un misil Oréshnik, un novedoso sistema balístico de alcance intermedio con capacidad hipersónica, contra una planta militar en Dnepropetrovsk, Ucrania.
Cambios en la estrategia de Washington
Kirby destacó que esta decisión refleja un cambio en las directrices de EE.UU. respecto al uso de sus armas por parte de Ucrania. "Cambiar las directrices era necesario dadas las circunstancias," afirmó el portavoz.
Sin embargo, esta medida ha sido objeto de críticas a nivel internacional, ya que incrementa las tensiones en el conflicto entre Moscú y Kiev y podría intensificar la respuesta de Rusia.
Reacciones internacionales
La ONU y diversos líderes globales han llamado a proteger a los civiles y a evitar una escalada en la región. Mientras tanto, Rusia calificó la autorización de EE.UU. como una implicación directa de Occidente en el conflicto, lo que eleva el riesgo de una confrontación de mayor escala.