Tras varios días de ausencias, el diputado perremeista Sergio Moya (Gory), señalado en la denominada Operación Calamar, se presentó en el hemiciclo de la Cámara de Diputados y pidió un turno para defender su honor, asegurando que no existe ni existirá un solo dueño de banca de lotería o deportiva que pueda demostrar que él le haya solicitado dinero ilícito.
En la ponencia leída por el congresista, afirmó que bajo ninguna circunstancia va a permitir que continúen difamándolo a través de la citada investigación judicial.
Sin embargo, manifestó que él cree en el sistema de justicia dominicano y en el rol del Ministerio Público y que “el que nada debe, nada teme”.
“Les puedo asegurar, que no existe ni existirá, un solo dueño de banca que pueda demostrar o probar, que me haya reunido, hablado o solicitado la entrega de dinero, o que yo haya sido parte de ninguna mafia, razón por la cual no ha habido ni habrá imputación legal sobre mi persona”, aseveró.
El diputado dijo que agotaba un turno en el pleno de la Cámara Baja para referirse a las supuestas infamias que han puesto a circular sobre su persona, a su entender, de forma desconsiderada.
Precisó que tiene 32 años ininterrumpidos teniendo bancas deportivas y que durante los últimos siete años se ha dedicado a la vida política activa.
Manifestó que “La campaña masiva de mentiras, puesta a circular en mí contra, muestra el interés de algún sector de hacerme daño político. Por ejemplo, se ha difundido que he tenido alrededor de 100 inasistencias a las sesiones, y puedo demostrar con certificación del hemiciclo que he asistido en un 83%, entre otras cosas”.
Además, el congresista anunció que sus abogados están recabando todas las pruebas sobre las mentiras que, alega, han hecho en su contra a fin de que sean discutidas en el plano judicial.
Moya aseguró que para la tranquilidad de sus colegas si le demuestra que él ha recibido de manera irregular “un solo peso en perjuicio del Estado dominicano, entonces yo me retiro de la vida pública y renuncio a mi condición de diputado”.
A su llegada al hemiciclo, luego de alrededor de una hora de iniciada la sesión, Gory recibió espaldarazos de sus compañeros de partidos y de otros de sus pares en la Cámara Baja. El primero que estuvo a su lado fue el vocero del bloque de diputados del PRM, Julito Fulcar.