El conflicto entre pandillas en Haití sigue desbordándose. Este jueves, un helicóptero de la ONU fue blanco de disparos mientras sobrevolaba el barrio de Grand Ravine, una zona controlada por bandas criminales en la capital, Puerto Príncipe. A bordo del aparato viajaban 18 personas, incluidas tres tripulantes y 15 pasajeros, quienes salieron ilesos del ataque. El helicóptero sufrió múltiples impactos de bala, lo que refleja el nivel de inseguridad que afecta incluso a las organizaciones internacionales en el país.
Este incidente ocurre en un contexto de creciente violencia en Haití, donde las pandillas armadas han tomado el control de amplias zonas urbanas y rurales. El aeropuerto internacional Toussaint-Louverture reanudó sus operaciones en mayo pasado tras tres meses de cierre, un indicativo de la crisis humanitaria y de seguridad que vive el país.
Preocupación internacional
El embajador de Estados Unidos en Haití, Dennis Hankins, también expresó su preocupación por la escalada de violencia. En una entrevista con Radio Metropole, reveló que recientemente disparos alcanzaron la embajada estadounidense y varios de sus vehículos. Aunque aún no está claro si se trató de un ataque directo o de disparos accidentales, Hankins subrayó la necesidad de investigar el incidente.
"Estas acciones de las bandas buscan desestabilizar la vida de los haitianos", declaró el embajador, refiriéndose a la amenaza que las pandillas representan para el país y la comunidad internacional presente en Haití.
Enfrentamientos mortales en Arcahaie
Además del ataque al helicóptero, esta semana se produjeron intensos enfrentamientos en Arcahaie, una comuna del departamento oeste de Haití, donde al menos 50 presuntos pandilleros fueron abatidos. La coalición Vivre Ensemble, liderada por el conocido jefe de banda Jimmy Cherisier, alias 'Barbecue', ha intentado establecer su base en esta región, provocando que miles de residentes se vean forzados a abandonar sus hogares.
La Policía Nacional de Haití (PNH) ha intensificado los operativos en la zona para contrarrestar las acciones de las bandas, trabajando con unidades especializadas para llevar a cabo operativos selectivos en Arcahaie.
La situación en Haití sigue deteriorándose, con la violencia generalizada afectando a la población civil y a las misiones internacionales en el país, que ahora enfrentan el desafío de operar en un entorno cada vez más peligroso.