SANTO DOMINGO.-La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió ayer el apoyo de los Estados miembros para ayudar al restablecimiento de la seguridad y democracia en Haití mediante una declaración consensuada anunciada en Lima durante la primera sesión plenaria de la 52 Asamblea General del organismo.
En la declaración, la OEA se muestra preocupada por la inseguridad que se está viviendo en el país caribeño tras el magnicidio de su presidente Jovenel Moïse y el paso del terremoto en 2021, caracterizada en particular por los secuestros para pedir rescate, la proliferación de bandas armadas y el aumento de los casos de violaciones de derechos humanos.
El organismo solicita a su Secretaría, a los Estados miembro y a los observadores permanentes que estén en condiciones de hacerlo, que ofrezcan urgentemente un apoyo directo al Gobierno de Haití para mejorar la formación de los funcionarios de seguridad portuaria en la lucha contra el tráfico de armas de fuego.
Pero también ayuda para reforzar la capacidad y los medios de la Policía Nacional a fin de restablecer la seguridad en la zona metropolitana de la capital, Puerto Príncipe, y detener la expansión de las bandas armadas que aterrorizan a la población.
La OEA pide a sus Estados miembros, en conformidad con la Resolución 2645 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que prohíban la transferencia de armas pequeñas, armas ligeras y municiones a las entidades no estatales implicadas en la violencia de las bandas, en actividades delictivas o en el apoyo a las violaciones de los derechos humanos en Haití.
Los alienta a que colaboren con el país para fortalecer su sistema judicial con el fin de luchar contra la corrupción y la impunidad, y para esclarecer los diversos delitos cometidos, entre ellos los delitos contra la población civil y el asesinato del Presidente Jovenel Moïse en julio de 2021.
Llamado de la ONU
Las Naciones Unidas y sus socios están pidiendo la apertura de un corredor humanitario para permitir la liberación de combustible y para que los trabajadores humanitarios se muevan libremente sin temor a su seguridad para responder al empeoramiento de la crisis.
La ONU también está pidiendo a los Estados Unidos y otros países del hemisferio que detengan todas las deportaciones a Haití, por temor a que las repatriaciones puedan empeorar una situación que ya es terrible.
“Lo que necesitamos es desbloquear la terminal de combustible para que podamos obtener combustible para bombear agua limpia, para reabrir los hospitales, para permitir que las familias tengan acceso a agua potable”, dijo Ulrika Richardson, residente de la ONU y coordinadora humanitaria para Haití.
Mientras hacía sonar la alarma sobre el deterioro de las condiciones en Haití y cómo los grupos de ayuda estaban tratando de ayudar al gobierno a responder al nuevo brote del cólera, los haitianos en la ciudad de Les Cayes, en el suroeste del país, atacaron y saquearon una instalación perteneciente a UNICEF, el principal organismo de ayuda a la infancia de la ONU.
Ariel Henry pide ayuda
El primer ministro de Haití, Ariel Henry pidió apoyo a la comunidad internacional en un corto discurso de siete minutos dirigido a sus gobernados, sugún detalla la prensa haitiana.
Henry, que se le ha escuchado pocas veces referirse a la crisis, clamó por ayuda para enfrentar una creciente catástrofe humanitaria y salvar vidas a medida que un brote del cólera se extiende, el agua potable se vuelve cada vez más escasa y las pandillas continúan bloqueando las carreteras y el flujo de combustible desde su terminal principal.
“Queremos que brinden todo el apoyo necesario para evitar que la gente muera”, dijo Henry en el discurso dirigido a la nación.
Henry no especificó cómo debería ser esa ayuda y no llegó a pedir abiertamente la intervención militar extranjera.
El tema sigue siendo espinoso en Haití, donde quienes se oponen al regreso de las tropas extranjeras a suelo haitiano han expresado sus protestas en voz alta al referirse a intervenciones extranjeras fallidas que en el pasado estuvieron en suelo haitiano.
Sin embargo, en los últimos días, algunos haitianos que se opusieron a la idea se han entusiasmado cada vez más con la posibilidad, ya que una poderosa federación de pandillas conocida como el G-9 continúa con su dominio en el país, deteniendo efectivamente la vida.
En Haití las comunidades se están quedando sin alimentos, los estantes de las tiendas están vacíos y el agua potable ahora es un bien escaso después de que algunos productores cesaron la producción debido a que ya no tenían diesel.
El presidente Luis Abinader ha sido quien ha llevado la voz cantante en los foros internacionales para pedir la intervención de la comunidad internacional en Haití, que desde la muerte del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio del año 2021, vive una severa crisis que hoy afecta a todos los sectores.
Bloqueo combustible
El suministro de gasolina bloqueado por los delincuentes no funciona desde el 12 de septiembre.
Tiene unos 40 millones de litros (10 millones de galones) de diésel y gasolina, y más de 3,2 millones de litros (800.000 millones de galones) de kerosene.
Muchas gasolineras han cerrado y otras se están quedando rápidamente sin combustibles. La escasez de combustible obligó hace poco a los hospitales a reducir sus servicios e hizo que cerrasen las empresas que distribuyen agua.
Poder de criminales
12 De septiembre.
Las bandas criminales tomaron el control de la principal distribuidora de combustibles y aún no ceden.
Interés de la ONU
La representante de la ONU explicó que necesitan el desbloqueo de la terminal de combustible para poder obtener combustible y bombear agua limpia, para reabrir los hospitales y para que las familias tengan acceso a agua.
EE. UU. y Canadá irán contra bandas
Crímenes. Estados Unidos y Canadá, con el apoyo de otros países de la comunidad internacional, trabajan en instrumentos legales para sancionar a las pandillas y sus financistas, origen del agravamiento en Haití de una crisis de combustible en un contexto humanitario, de seguridad, crisis económicas y sociales.
Del lado estadounidense, está el proyecto de ley de 2022 sobre la transparencia de la colusión criminal en Haití.
Se centra en las poderosas pandillas callejeras haitianas y requeriría una nueva investigación federal y un informe sobre las personas y organizaciones políticas y económicas que apoyan la actividad criminal de las pandillas en Haití, según el Miami Herald.