El diagnóstico y tratamiento de una enfermedad como el cáncer de mama, por lo general, desencadena en varios factores estresantes que de igual forma se verán reflejados en el estado emocional y podrían dificultar el proceso de aceptación y afrontamiento si no se cuenta con el abordaje y acompañamiento adecuado.
Paola Rosa Mota, psicóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), señala que en mujeres diagnosticadas con cáncer se les puede desatar tanto afecciones a nivel físico, como también a nivel emocional, siendo este último notorio producto de los evidentes cambios y emociones que pueden presentar.
“Porque además del diagnóstico recibido, eventualmente empezarán las intervenciones correspondientes de acuerdo al tratamiento indicado”, plantea la psicóloga al hablar detalladamente del tema.
La especialista recomienda que en momentos como esos se debe considerar el apoyo psicológico. Rosa Mota explica que este tiene como función promover el equilibro emocional, ayudar a la paciente a que pueda expresarse libremente y dar sentido a lo que en ese momento puede no tener ningún tipo de significado.
Procesos adaptación
La psicóloga resalta la importancia de reconocer que las emociones que suelen surgir forman parte del proceso de adaptación y son normales dentro del contexto en que se presentan y aceptarlas ayuda a las personas a entender un poco más la situación que atraviesa y favorece el poder mantener vínculos sanos a su alrededor.
Producto de los cambios, principalmente en la imagen corporal en el caso de la mujer, el cáncer de mama puede provocar gran impacto por la trasformación a la que se enfrenta, viéndose afectada la idea que tiene de sí misma como mujer, madre y/o pareja. En estos casos se pueden presentar sentimientos de vergüenza, conductas de aislamiento, preocupación ante la autopercepción y la de los demás, entre otros.
Cuando hay duda
Otra de las emociones con las que se puede luchar es ansiedad, esta surge ante la duda y el temor, y es normal experimentarla al enfrentarse a lo desconocido.
La profesional describe que algunos de los síntomas comunes son la tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, sensación de no poder respirar, entre otros. En estos casos, se vive además la preocupación de no saber qué pasará en un futuro y la incertidumbre ante los procedimientos médicos.
De igual manera tristeza, esta es una emoción frecuente a la que se debe prestar atención y mucho cuidado porque podría escalar y convertirse en un tipo de depresión, advierte Mota. Agrega, que esta se puede identificar por la falta de motivación, dificultades para llevar a cabo actividades del día a día, irritabilidad, falta de sueño, descuido personal, entre otros. La ira también forma parte del proceso de adaptación.
Es una emoción natural y válida, y es de igual importancia cuidar la manera en que se expresa.
Una de las que puede de igual manera ser muy común, es el miedo. Acentuado mayormente por la anticipación del propio sufrimiento de los familiares y el no contar con el apoyo necesario.
Por supuesto, es común el miedo a la muerte, a los cambios en su entorno y estilo de vida, a los efectos secundarios y no saber cómo manejarlos.
Mientras que para muchas personas estos sentimientos logran desaparecer o disminuir, para otros podría resultar un poco difícil. Por eso es importante contar con ayuda de profesionales en el ámbito de la salud mental, sostiene la psicóloga al hablar del tema.
Ayuda de un psicólogo
Rosa Mota afirma que la salud física es tan importante como la salud mental. En esos casos, el acompañamiento y el apoyo de terapeutas especializados ayudan a aliviar la carga emocional propia de los momentos difíciles que atraviesan la persona y sus seres queridos.
Además, proporcionan la asistencia necesaria para evitar que los síntomas, aumenten en intensidad y frecuencia.
“Debido a que cada quien experimenta la situación de manera distinta y la evolución del cáncer puede variar de persona a persona, es natural que a algunas les tome más tiempo reconocer el diagnóstico sobre el que han sido informados”, dice la profesional
. La experta habla de que frente a diagnósticos como el cáncer de mama, mejorar el estado emocional puede ser de mucha ayuda antes, durante y después de los procedimientos médicos. Sin embargo, hay que tener claro que el diagnóstico de alguna enfermedad es un evento que puede resultar de mucha angustia, estrés y temor en quien lo recibe.
Dicho impacto emocional va muy relacionado a la información con que se cuenta sobre la condición, sus tratamientos y creencias entorno al tema, y nunca será una opción minimizar todo lo que esto implica en todos los niveles.