El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, recordó este jueves que hay una "pausa" y no ruptura en las relaciones con España.
"No hay buena relación con el rey de España (Felipe VI)", dijo el mandatario en su conferencia de prensa matutina.
De acuerdo con López Obrador, esa distancia con la autoridad española se debe a dos razones. Una, es que antes algunas empresas españolas "hacían lo que querían en México" y se les han frenado esas acciones; y, segundo, es el pedido que se le hizo a España de pedir perdón a comunidades del país latinoamericano por lo ocurrido durante la conquista, a lo que hicieron caso omiso.
"Le pedimos, de manera muy respetuosa, que se ofreciera disculpas, porque nosotros íbamos a hacer lo mismo, y ya lo hicimos a las comunidades indígenas, por todos los abusos que se cometieron durante la conquista y la colonización, y en vez de actuar con humildad, se inconformaron, mandaron a sus voceros a atacarnos", mencionó el presidente mexicano.
Por otra parte, comentó que el rey de España recibe a todos los que van a quejarse del gobierno mexicano. "Recibió o habló con el presidente de la Coparmex (Confederación Patronal de la República Mexicana), que es una organización supuestamente de empresarios, pero está vinculada a un partido político", agregó.
Preferencia por firmas españolas
López Obrador se explayó más en lo referente a lo sucedido con diversas empresas españolas en México. A su juicio, durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), el entonces mandatario tenía una compañía española "como predilecta" y se refirió así a Repsol.
"Le daba contratos jugosísimos, le dio un contrato para compra de gas, en España no hay gas, pero les dio el contrato para que, como intermediarios, compraran el gas en el Perú y lo trajeran a México, un contrato de 26.000 millones de dólares, sin licitar. Luego, incumplieron el contrato y no hubo ninguna penalidad", indicó.
A esa misma compañía, continúo, "le vendieron acciones que Pemex (Petróleos Mexicanos) tenía en Repsol, a precios bajos; es decir, a una cantidad menor de lo que valían las acciones de Pemex durante el gobierno de Calderón".
Después, también a Repsol, le dieron un contrato "porque supuestamente iban a sacar más gas del que sacaba Pemex en la cuenca de Burgos", en el estado de Tamaulipas. "Se llevaron muchísimo dinero y no sacaron más gas y abusaron, buen negocio para Repsol, mal negocio para la hacienda pública, ese era Repsol", enfatizó López Obrador.
El presidente manifestó que otra empresa española "preferida" de Calderón era Iberdrola, al grado de que después de dejar la presidencia es contratado por la firma.
"Al que había desempeñado el cargo de presidente de México lo convierten en su empleado", comentó.
El mandatario mexicano dejó entrever que con otros mandatarios ocurrió lo mismo y dijo que ahora están viviendo en España; tal es el caso de Calderón, Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
Insistió en que en México "ya no hay ninguna empresa consentida" y "al rey de España pues eso no le gusta"; pero, por otro lado, aclaró que le tienen "mucho respeto al pueblo español", porque "una cosa es el gobierno de España y su monarquía y otra cosa es el pueblo de España".