SAN JUAN, PUERTO RICO.-Puerto Rico, que aún no se había recuperado por completo de los efectos del huracán María que lo impactó hace cinco años, vuelve a mostrar su fragilidad cuando, a nueve días del paso del huracán Fiona, todavía una gran parte de su población carece de servicios básicos, incluyendo casi la mitad que no tiene el fluido eléctrico.
Esas dificultades pese a las ayudas federales de Estados Unidos y la asignación de fondos especiales para la reconstrucción por parte del congreso norteamericano.
El gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, anunció ayer que ya todos los municipios de la isla fueron incluidos en una nueva enmienda a la Declaración de Desastre Mayor para que los residentes reciban ayuda federal tras el paso del huracán Fiona.
“Los 78 municipios han sido incluidos para acceso al programa de Asistencia Individual de FEMA (Agencia Federal para el Manejo de Emergencias)”, confirmó en sus redes sociales el dirigente boricua.
Por ello, todos los residentes de Puerto Rico que fueron afectados por Fiona pueden solicitar ya la ayuda que brindará FEMA.
Esta asistencia individual puede incluir subvenciones para cubrir costos de vivienda provisional y reparaciones, préstamos a bajo interés para cubrir pérdidas no compensadas por un seguro y otros programas para ayudar a los individuos y propietarios de negocios a recuperarse de los efectos causados por el desastre.
Fiona, que impactó en el suroeste de Puerto Rico el pasado 18 de septiembre, ha causado importantes destrozos en vivienda en infraestructura en la isla, donde todavía el 40 % de los abonados siguen sin servicio eléctrico.
Puerto Rico también enfrenta una mortal amenaza incubada luego del paso del fenómeno atmosférico: la leptospirosis. Las autoridades sanitarias han reportaron 26 casos de esa enfermedad.
La leptospirosis es una enfermedad que puede afectar a las personas que entren en contacto con agua contaminada con la orina de animales infectados.