(EFE).- El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, remitieron una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la que le pidieron que se revise si Israel está cumpliendo con sus acuerdos con la Unión Europea en lo referido al respeto de los derechos humanos.
En la carta, ambos solicitan que compruebe, de manera urgente, si Israel cumple con sus compromisos de asociación con la Unión Europea y que si constata que no es así proponga las medidas adecuadas.
Si la Comisión estimara que se está incumpliendo el acuerdo y hace alguna propuesta, ésta podría verse en la cumbre de líderes europeos prevista en Bruselas para los próximos 21 y 22 de marzo, según han indicado fuentes del Gobierno.
Insiste en la solución de los dos Estados
Ambos presidentes piden además no perder de vista la imperiosa necesidad de una perspectiva política para poner fin al conflicto y abogan por la aplicación de la solución de los dos Estados como única manera de garantizar que “este ciclo de violencia no se repita”.
La UE, prosiguen en la misiva, tiene la responsabilidad de actuar para que esto sea una realidad, en coordinación con las partes y la comunidad internacional, incluso mediante una conferencia internacional de paz, como acordó el Consejo Europeo el 26 de octubre.
Sánchez y Varadkar se declaran profundamente preocupados por el deterioro de la situación en Israel y en Gaza, especialmente por el impacto que el conflicto en curso está teniendo sobre palestinos inocentes, especialmente niños y mujeres.
La ampliación de la operación militar israelí en la zona de Rafah supone, dicen, una amenaza grave e inminente que la comunidad internacional debe afrontar con urgencia.
Recuerda además que casi 28.000 palestinos han muerto y más de 67.000 han resultado heridos y que hay más de 1,9 millones de desplazados (el 85% de la población) dentro de Gaza.
Los dos presidentes reiteran su condena total de los ataques terroristas de Hamás del 7 de octubre y exigen la liberación inmediata e incondicional de los rehenes restantes y remarcan que Israel tiene derecho a defenderse de tales ataques pero en consonancia con el derecho internacional, que impone la obligación de garantizar la protección de los civiles.
La respuesta, remarcan, debe ajustarse a los principios de distinción, proporcionalidad y precaución.