(Actualidad Rt).- En una jornada intensa como parte del nuevo gobierno encabezado por Javier Milei, la Canciller Diana Mondino emprendió un viaje sorpresivo a París anoche. Fuentes de la Cancillería informaron a LA NACION que el motivo principal de la visita son reuniones con inversores y encuentros relacionados con el proceso de reincorporación de Argentina a la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuya sede central se encuentra en la capital francesa.
Horas antes de su partida, Mondino instruyó promover el regreso de la delegación argentina en el Consejo de Derechos Humanos al grupo de países que respaldan una resolución condenatoria de la política de derechos humanos en Nicaragua. Este movimiento, sumado al respaldo de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Nada Nashif, señala un cambio significativo en la política exterior del nuevo gobierno, en contraste con la estrategia anterior bajo la gestión de Alberto Fernández.
El proceso de reincorporación de Argentina a la OCDE, que reúne a 38 de las naciones más industrializadas del mundo, se llevará a cabo de manera gradual. Marcelo Scaglione, quien inició el proceso durante el gobierno de Mauricio Macri, estima que se necesitarán aproximadamente seis años para cumplir con los requisitos, cubrir los gastos y abonar una cuota mensual de unos 200.000 euros una vez admitidos.
En Ginebra, el representante argentino ante el Consejo de Derechos Humanos, Federico Villegas, respaldó las declaraciones críticas de la Alta Comisionada sobre la situación en Nicaragua. Villegas destacó la postura del nuevo gobierno de Milei, subrayando que no aceptará justificaciones basadas en soberanía o sanciones económicas para no garantizar los derechos humanos, no solo en Nicaragua sino también en otros países como Cuba y Venezuela.
Desde la Cancillería, se confirmó que Argentina ha iniciado los trámites formales para ser admitida en el grupo de "proponentes" de resoluciones contra Nicaragua. Este giro marca un cambio significativo en la política argentina, que había abandonado esta iniciativa durante la gestión anterior.
El ex vicecanciller Carlos Foradori celebró este cambio de dirección como un "golpe de timón en la dirección correcta", refiriéndose al distanciamiento del gobierno argentino con los regímenes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Aunque no se designarán embajadores en estos países por el momento, se evidencia una ruptura con la política anterior.
El embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, había enfrentado tensiones debido a la presencia en Managua del funcionario iraní Mohsen Rezai, relacionado con el atentado a la AMIA. La salida del embajador y el retiro del embajador nicaragüense en Buenos Aires, Carlos Midence, tras el triunfo electoral de Milei, marcan un cambio en las relaciones bilaterales.
En otra muestra de cambio de postura, Federico Villegas criticó a Rusia en el Consejo de Derechos Humanos, condenando las violaciones del derecho internacional de los derechos humanos derivadas de la agresión rusa contra Ucrania. Estas declaraciones siguieron a la reciente visita del embajador de Ucrania en Argentina, Yurii Klymenko, a la Cancillería argentina.