Dr. Isaías Ramos
El 28 de octubre se convirtió en un día fatídico que dejó una profunda cicatriz en la Zona Colonial. Este lugar, que alguna vez fue el orgulloso hogar del primer asentamiento europeo permanente en América y que la UNESCO reconoció como Patrimonio de la Humanidad, fue testigo de actos vandálicos que dejaron atónitas a las autoridades. Es doloroso constatar que nuestras autoridades parecen distantes de la crisis moral y espiritual que azota a nuestra nación.
En una reunión con las fuerzas del orden, la vicepresidenta de la República declaró con determinación: "El jefe de la Policía ha dispuesto una investigación exhaustiva de lo que sucedió y quiénes fueron realmente los responsables. No importa quién haya sido, van a recibir su castigo."
Como ciudadanos comprometidos del Frente Cívico y Social, sentimos una profunda conexión con nuestra sociedad. Deseamos trabajar codo a codo con las fuerzas de seguridad para ayudar a encontrar a los responsables de estos comportamientos salvajes e inaceptables. Queremos una sociedad donde reine la paz y el respeto mutuo.
Es imperativo que investiguemos a fondo uno de los programas más aberrantes que jamás haya implementado el Estado. Este programa, conocido como Programa Eventual Mínimo de Empleo (PEME) "pagar para no matar", corrompió a jóvenes y líderes comunitarios que luchaban por sus derechos humanos. Además, abrió la puerta a la ludopatía, el abuso del alcohol, el consumo de drogas y la difusión de música urbana en todo el país, con devastadores efectos en nuestra juventud. Desde hace más de dos décadas, se sentaron las bases de esta tragedia que ha socavado nuestros principios y valores, y lamentablemente, ninguna administración posterior ha intentado corregirla.
También es crucial investigar a aquellos que se negaron a cumplir con la Ley de Educación (66-97), cuyo propósito principal es formar ciudadanos comprometidos con la patria y la sociedad. La falta de aplicación de esta ley ha contribuido a la pérdida de valores y la creciente desigualdad en nuestra sociedad.
No podemos pasar por alto a los ministros de educación que, de manera reiterada, han incumplido con el mandato constitucional del artículo 63, número 13, que requiere la enseñanza de nuestra Constitución en las escuelas y colegios del país. Esta omisión ha privado a los ciudadanos de conocer sus derechos, deberes y obligaciones como buenos ciudadanos, así como los valores patrios y los principios cívicos que fomentan la convivencia pacífica y promueven nuestros valores culturales.
No podemos ignorar el impacto de declaraciones que parecen enaltecer este tipo de conducta, como las realizadas por uno de los candidatos presidenciales que ya nos gobernó durante 12 largos años, realizadas en un importante medio de comunicación. Sus palabras en las que llamaba como una realidad que debemos asumir "el estilo de vida de la 42″ y su afirmación de que "no se puede mirar con desdén" el dembow, y agrego "no puede censurar o prohibir" a lo que llamó "manifestación cultural o artística".
Esas opiniones nos iluminan sobre por qué nuestra sociedad enfrenta esta crisis. Es una expresión de una ética relativa, donde lo que es bueno se confunde con lo malo, y donde el libertinaje se disfraza de libertad, la democracia se tergiversa y el cumplimiento de la ley y la Constitución son malinterpretadas como dictadura.
En el Frente Cívico y Social, estamos convencidos de que si la Ley de Educación se hubiera implementado en su totalidad según sus principios, viviríamos en una nación de paz, desarrollo y progreso. Que de haber cumplido con el mandato del artículo 63 # 13 de nuestra constitución hoy tendríamos ciudadanos amantes y defensores de los valores patrióticos y respetuosos de los principios cívicos.
Creemos firmemente que los responsables de este caos son aquellos que nos han gobernado en los últimos 27 años. Sus actos y acciones los identifican como verdaderos enemigos del pueblo y traidores de la patria.
En el Frente Cívico y Social, invitamos a unirte a este proyecto de nación que traerá orden, justicia e igualdad de oportunidades. Es el momento de salvar la patria y reconstruirla sobre los principios y valores que le dieron origen.
¡Despierta RD!