(SputnikNews).- El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ha advertido a Irán y el movimiento chii libanés Hizbulá contra la injerencia en la confrontación entre Palestina e Israel.
El canciller señaló que su Gobierno está trabajando junto con los aliados para prevenir una mayor escalada del conflicto palestino-israelí.
"Los palestinos no son Hamás, y Hamás no tiene derecho a hablar en nombre de ellos. La población palestina de la Franja de Gaza también es víctima de Hamás", agregó.
Scholz subrayó la necesidad de garantizar a los habitantes de la Franja el suministro de la ayuda humanitaria, agua y medicamentos.
Por su parte, el rey jordano advirtió de la grave situación a la que se acercaría Oriente Medio si el conflicto entre Israel y Hamás se extiende a otros países, según recogió el ente público israelí Kan.
El mandatario urgió a aunar "esfuerzos para asegurarnos de no llegar a ese punto".
El pasado 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó miles de proyectiles desde la Franja de Gaza en un ataque sin precedentes e infiltró decenas de milicianos armados en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declaró que el país "está en guerra".
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin suministros vitales, si bien reabrió el grifo de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días cientos de miles de civiles por miedo a una invasión que se da por inminente.
Según la ONU, la orden de evacuación emitida por Israel afectará a más de un millón de personas, la mitad de la población de Gaza, y podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras. Los últimos datos disponibles, señalan que la escalada de violencia ha causado más de 1.400 muertos y más de 4.100 heridos en Israel, y cerca de 2.800 muertos y casi 10.000 heridos en Gaza.