El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que el Ejército ucraniano podría enfrentar un colapso en uno de sus frentes ante el avance sostenido de las fuerzas rusas en la provincia de Zaporozhie, donde Moscú afirma haber cercado una zona fortificada clave.
Según el mandatario, las tropas rusas avanzan “rápidamente por el norte de Zaporozhie”, en el límite con la provincia de Dnepropetrovsk.
Putin detalló que el grupo de tropas Este está rodeando desde el norte posiciones ucranianas, mientras que por el sur opera el grupo Dnepr, configurando una maniobra que podría quebrar las defensas de Kiev.
“Esto podría provocar un colapso del frente en este sector”, afirmó.
Comparación con Kupiansk
Putin señaló que, si la situación en Zaporozhie se replica en otros puntos de la línea de combate, como ocurrió recientemente en Kupiansk, el derrumbe de las líneas ucranianas sería “inevitable”.
La ciudad de Kupiansk, liberada según Moscú tras semanas de combates, era un centro logístico y un bastión defensivo para Ucrania en la provincia de Járkov. Su caída abrió el camino para el avance ruso hacia el oeste de la región.
Creciente crisis de personal en el Ejército ucraniano
El presidente ruso también afirmó que el principal problema de las Fuerzas Armadas de Ucrania es la “brecha creciente” entre las pérdidas en el campo de batalla y la cantidad de militares disponibles para ser enviados al frente.
Según sus cifras, solo en octubre las fuerzas ucranianas habrían perdido:
- 47,500 efectivos,
- Reclutado mediante movilización forzosa unos 16,500 soldados,
- Y retornado desde hospitales entre 14,500 y 15,000 militares.
“La pérdida neta es de 15,000”, dijo Putin, añadiendo que el mes anterior la pérdida fue de 10,000, lo que evidencia una tendencia ascendente.
El mandatario también mencionó una “gran cantidad de deserciones”, que agrava aún más la situación de Kiev.
Contexto del avance ruso
El Ministerio de Defensa de Rusia informó recientemente la liberación de más de 15 localidades en distintos sectores del frente, incluyendo Kupiansk.
La toma de esta ciudad, ubicada a orillas del río Oskol, rompió un punto estratégico de la defensa ucraniana y permitió a las fuerzas rusas proyectarse hacia nuevas posiciones en Járkov.
En paralelo, la ofensiva en Zaporozhie podría abrir un segundo eje de presión decisivo, según las evaluaciones rusas.

















