Con el objetivo de "aportar claridad ante la desfavorable situación mundial en materia de seguridad alimentaria", el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia comentó este viernes una serie de declaraciones hechas por el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Según el jefe de la diplomacia europea, la operación militar especial rusa "lanzó una onda expansiva en todo el mundo y tuvo graves consecuencias mucho más allá de Ucrania y del continente europeo" en materia de seguridad alimentaria.
La Cancillería rusa señaló que la "onda expansiva" fue "provocada mucho antes" del conflicto por la "incorrecta política financiera y económica de Occidente, así como por su línea mal concebida de forzar la transición energética 'verde', en medio de las consecuencias de la pandemia de coronavirus". Además, las sanciones de la UE contra Rusia y Bielorrusia "agravaron aún más la situación" al bloquear las exportaciones de alimentos y fertilizantes de los dos países, agregó.
"La cuota de Rusia en el mercado mundial del trigo es del 20 %, mientras que la de Ucrania es inferior al 5 %. Esto significa que es Rusia la que contribuye de forma significativa a la seguridad alimentaria mundial", reza el comunicado.
En este contexto, el Ministerio de Exteriores indicó que, recientemente, el presidente Vladímir Putin anunció que Moscú suministrará a los países más pobres de África entre 25.000 y 50.000 toneladas de grano gratuitamente. "Rusia seguirá apoyando a los Estados y regiones necesitados, incluso con suministros humanitarios", subrayó el organismo.
De acuerdo con Borrell, la UE tuvo que "actuar para proteger a los más afectados" y en marzo de 2022 "adoptó un plan para afrontar los retos de la seguridad alimentaria mundial". Al respecto, la Cancillería rusa recordó que Bruselas impuso, entre febrero y abril del año pasado, sanciones "unilaterales e ilegítimas" contra el complejo agroindustrial del país euroasiático.
Las naciones más pobres se "han convertido en rehenes de las ambiciones políticas de la Unión Europea, para quien los problemas de seguridad alimentaria son un efecto colateral de las políticas antirrusas", denunció la Cancillería.