Jair Bolsonaro, exmandatario de Brasil, de 68 años, aterrizó este jueves en Brasilia en un vuelo comercial desde Orlando, Florida.
Su llegada se produce tres meses después de que viajase a EE.UU., lo que evitó que colocase la banda presidencial al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, su mayor enemigo político. También es la primera vez que pisa suelo brasileño desde los violentos ataques a la sede de los tres poderes por hordas de bolsonaristas, el pasado 8 de enero.
La Policía reforzó la seguridad del aeropuerto para la llegada del ultraderechista, quien sigue sin reconocer su derrota. Decenas de seguidores y periodistas le esperaban en la terminal, pero por seguridad no salió por la puerta principal.
Se espera que el expresidente acuda directamente a la sede del Partido Liberal (PL) -formación a la que se unió hace poco más de un año para presentarse a las elecciones- donde participará en un evento a puerta cerrada.
Durante los 89 días que estuvo en Orlando, Bolsonaro se hospedó en casa del exluchador de artes marciales mixtas brasileño José Aldo da Silva. El expresidente estuvo acompañado durante las primeras semanas en EE.UU. de su mujer, Michelle, quien volvió a Brasil a finales de enero junto a Laura, la hija del matrimonio. También ha estado rodeado de un importante equipo de asesores. En Orlando, Bolsonaro realizó pocas apariciones públicas y se limitó a participar en algunos eventos políticos conservadores.
Bolsonaro asumirá el cargo de presidente de honor del PL, formación mayoritaria en la Cámara de Diputados, y recibirá un salario que ronda los 40.000 reales (unos 7.800 dólares) mensuales y, según Folha de Sao Paulo, a esta cantidad se suma su pensión como militar y diputado, lo que elevará el monto a unos 86.500 reales (unos 17.000 dólares). Vivirá en un condominio de lujo en Brasilia.
"No voy a liderar ninguna oposición"
Antes de embarcar rumbo a Brasilia, el ultraderechista comentó que no piensa liderar la oposición, tal y como se espera. "El PL tiene casi un 20 % de escaños en la Cámara y en el Senado. Digo: no voy a liderar ninguna oposición. Voy a participar en mi partido, como persona experimentada, con 28 años en la Cámara, cuarto de presidente, dos de concejal y 15 en el Ejército, para colaborar con aquellos que lo deseen", explicó.
Lo que sí es seguro es que Bolsonaro -que perdió su inmunidad el 1 de enero- tendrá que hacer frente a las distintas investigaciones en diferentes instancias judiciales contra él, entre ellas una por supuestamente incitar los ataques del 8 de enero. El ultraderechista podría ser inhabilitarlo políticamente o incluso acusado en un proceso penal.
Otra de las polémicas más sonadas que deberá gestionar es el caso de las lujosas joyas valoradas en más de 3 millones de dólares, que la monarquía de Arabia Saudita le regaló a Bolsonaro y a su esposa durante su mandato, y que se intentaron introducir en el país de forma ilegal. La Policía Federal convocó al ultraderechista para declarar el próximo 5 de abril.