La iniciativa de INABIE y la FAO ya impacta a más de 50 escuelas y abre el debate sobre educación ambiental y alimentación escolar.
Santo Domingo.– En el Centro Educativo Burende, en La Vega, los estudiantes comienzan el día midiendo el crecimiento de las hortalizas que ellos mismos sembraron. Entre ellos está Esmeralda Lora, quien se encarga, junto a sus compañeros, de limpiar, sembrar, regar y monitorear cada cultivo hasta llevarlo directamente al comedor escolar.
“Hemos sembrado lechugas, tomates, rábanos y ajíes. Cuando están listos, los llevamos al comedor, los lavamos y los servimos junto con la comida de todos los estudiantes”, contó la joven.
La experiencia forma parte del programa de huertos escolares pedagógicos impulsado por el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE) junto a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), con el objetivo de promover educación ambiental, hábitos alimentarios saludables y aprendizaje práctico dentro de las escuelas.
Actualmente, más de 50 centros educativos de San Juan, Azua, Santiago, La Vega y Monte Plata participan en la iniciativa, que convierte espacios verdes en laboratorios vivos de conocimiento. INABIE, con el acompañamiento técnico de la FAO, proyecta expandir el programa a todo el territorio nacional tras la firma de un acuerdo para ampliar su alcance.
“El huerto escolar no solo produce alimentos, sino conocimiento, conciencia ambiental y comunidad. Fortalece la educación integral y promueve hábitos saludables”, afirmó el director del INABIE, Adolfo Pérez.
Aprendizaje integrado
Los huertos escolares sirven de apoyo para asignaturas como Ciencias Naturales, Educación Ambiental, Alimentación Saludable, Matemáticas e incluso inglés. Estudiantes, docentes y familias participan en procesos de siembra, cuidado y cosecha.
A la par, tanto estudiantes como maestros reciben capacitaciones teórico-prácticas sobre agricultura sostenible, manejos ecológicos, compostaje, uso racional del agua y nutrición. Los docentes también aprenden metodologías para integrar los huertos al currículo escolar.
Acompañamiento técnico permanente
El proyecto cuenta con apoyo constante de técnicos del Ministerio de Agricultura, quienes visitan las escuelas para ofrecer acompañamiento en manejo de plagas, siembra, abonado y cuidados generales. También suministran semillas, plántulas y materiales agrícolas, garantizando la productividad durante todo el año escolar.
Según Wilmer Terrero, especialista de FAO, los huertos buscan ser una estrategia de educación alimentaria que fortalezca el Programa de Alimentación Escolar.
Expansión y futuro
INABIE y FAO planean ampliar el número de huertos e implementar una guía metodológica nacional sobre huertos sostenibles, así como materiales educativos digitales para asegurar la replicación del modelo en todo el país.
La iniciativa reafirma el compromiso institucional con una educación integral y sostenible que conecte a los estudiantes con la tierra, sus alimentos y la responsabilidad ambiental.















