El presidente Luiz Inácio Lula da Silva elevó este jueves 17 de julio el tono contra su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el contexto de la reciente imposición de aranceles del 50 % a productos brasileños, desatando una nueva escalada en la tensa relación bilateral.
“No es un gringo quien le va a dar órdenes a este presidente de la República”, afirmó Lula con vehemencia ante miles de estudiantes en el 60.º Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes (Conune). Sus palabras provocaron una ovación que reflejó el ambiente de tensión nacionalista que rodea el tema.
Aranceles, soberanía y diplomacia congelada
Según el mandatario, la administración de Trump impuso los aranceles en represalia por una supuesta “cacería de brujas” contra el expresidente Jair Bolsonaro. Lula afirmó que Brasil ha enviado comunicaciones formales a EE.UU. sin obtener respuesta y enfatizó que su gobierno responderá “de forma civilizada, pero con firmeza”.
“No son 200 días, son 200 años de relaciones diplomáticas”, recordó, advirtiendo que su país no tolerará interferencias en sus asuntos internos.
Críticas a Bolsonaro: “traición a la patria”
El discurso de Lula también apuntó con fuerza hacia Bolsonaro y su entorno. Cuestionó su gestión de la pandemia y lo acusó, junto a su hijo Eduardo Bolsonaro, de promover acciones “contra Brasil desde Estados Unidos”.
“Que se lleve su título para allá, porque aquí mandamos nosotros, los brasileños”, sentenció Lula mientras agitaba una bandera nacional en el escenario, en contraste con lo que describió como la “sumisión” de su antecesor a Washington.
Un giro diplomático y electoral
Las declaraciones marcan un nuevo capítulo en el enfrentamiento entre los gobiernos de Lula y Trump. En un contexto de guerra comercial, tensión geopolítica y creciente nacionalismo en ambas naciones, Lula busca reafirmar la soberanía brasileña mientras moviliza su base política en un momento clave de su mandato.