Irán ha solicitado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas una acción inmediata tras el bombardeo israelí contra el reactor de agua pesada ubicado en Arak, provincia de Markazi, calificándolo como un ataque militar contra infraestructura nuclear protegida por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
“Un ataque a plena luz del día contra una instalación bajo salvaguardias del OIEA es una agresión directa al sistema de no proliferación nuclear”, denunció el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Seyyed Abbas Araghchi, en su cuenta oficial de X.
El diplomático recordó la resolución 487 del Consejo, adoptada en 1981 luego del ataque israelí contra una instalación nuclear en Irak, que establece un estándar legal inequívoco contra acciones militares sobre instalaciones nucleares protegidas.
OIEA confirma daños en la planta de Arak
El OIEA confirmó que el ataque israelí provocó daños en edificios clave del complejo, incluyendo la unidad de destilación, aunque aclaró que la planta se encontraba inactiva y sin material nuclear. Imágenes satelitales divulgadas por Maxar Technologies muestran los impactos sobre la instalación.
Araghchi advirtió que, si el Consejo de Seguridad no actúa, quedará en evidencia “el doble estándar del sistema jurídico internacional”. Agregó que tanto Israel como los órganos internacionales serán responsables si el régimen de no proliferación colapsa.
Alarma global por riesgo nuclear
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante lo que consideran una provocación de alto riesgo. Rusia, China, Turquía, Egipto, y países de América Latina como Brasil, Venezuela, Cuba y Nicaragua, han condenado enérgicamente la acción militar israelí.
Desde el Foro Económico de San Petersburgo, el presidente ruso Vladímir Putin reiteró la necesidad de frenar la escalada y propuso una salida diplomática urgente. Advirtió que continuar con este tipo de acciones podría tener “consecuencias imprevisibles para toda la región”.