La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, rechazó este lunes las declaraciones de un parlamentario francés que pidió la devolución de la Estatua de la Libertad a Francia, un regalo de ese país a los Estados Unidos en la década de 1880.
Al ser cuestionada sobre la solicitud de devolución del monumento, Leavitt respondió de manera contundente: “Por supuesto que no”. En un tono directo, añadió: “Mi consejo para ese político francés de bajo nivel no identificado sería recordarle que es solo gracias a los Estados Unidos de América que los franceses no están hablando alemán en este momento, por lo que deberían estar muy agradecidos con nuestro gran país”.
Las declaraciones de Leavitt se produjeron tras los comentarios del político francés de centroizquierda, Raphaël Glucksmann, miembro del Parlamento Europeo, quien criticó la situación actual de Estados Unidos. Glucksmann sugirió que el país ya no refleja los valores que llevaron a Francia a ofrecer la Estatua de la Libertad en 1884 como símbolo de libertad y democracia.
La réplica de la famosa estatua, ubicada en Nueva York, sigue siendo uno de los monumentos más icónicos de los Estados Unidos, y la propuesta de devolución provocó reacciones en ambos países, alimentando el debate sobre las relaciones históricas y actuales entre Francia y Estados Unidos.