El reactor chino conocido como el 'sol artificial', oficialmente denominado Tokamak Superconductor Experimental Avanzado (EAST), alcanzó un nuevo hito científico al mantener una operación de plasma de alta temperatura de manera estable durante 1.066 segundos. Este logro, anunciado por la agencia estatal Xinhua, representa un paso clave en el desarrollo de tecnologías de fusión nuclear para la generación de energía limpia y asequible.
Un dispositivo revolucionario
El EAST, ubicado en el Instituto de Física del Plasma en Hefei, es un reactor experimental de tipo tokamak que confina las partículas de plasma calentadas a millones de grados centígrados dentro de una cámara de vacío con forma de rosquilla. Utilizando potentes campos magnéticos, el dispositivo simula las reacciones nucleares que ocurren en el Sol, pero con temperaturas que superan los 100 millones de grados, mucho más altas que los 15 millones de grados del núcleo solar.
Energía ilimitada a bajo costo
La energía de fusión nuclear, que utiliza isótopos de hidrógeno como combustible, es una reacción limpia y altamente eficiente. A diferencia de la fisión nuclear, no genera desechos radiactivos de larga duración ni riesgos de accidentes catastróficos. Además, los tokamaks como el EAST son fundamentales para el desarrollo de reactores comerciales capaces de generar energía de manera continua y sostenible.
Song Yuntao, director del Instituto de Física del Plasma, explicó la importancia de este logro: “Un dispositivo de fusión debe lograr un funcionamiento estable con alta eficiencia durante miles de segundos para permitir la circulación autosostenida del plasma, lo que es fundamental para las plantas de fusión del futuro”.
Rompiendo barreras
El récord anterior del EAST, establecido en 2023, había logrado 403 segundos de operación estable. Este nuevo hito de 1.066 segundos no solo rompe esa marca, sino que también destaca el progreso constante en la investigación de fusión nuclear.
Científicos de todo el mundo están colaborando en iniciativas similares, como el proyecto ITER en Francia, con la esperanza de que la energía de fusión se convierta en una realidad comercial en las próximas décadas.
Impacto global
La capacidad de generar energía ilimitada y limpia podría transformar el panorama energético mundial, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles y combatiendo el cambio climático. Este avance también posiciona a China como un líder en la carrera tecnológica hacia un futuro más sostenible.